Valladolid

El futuro de la fábrica de Bimbo en Medina está «garantizado»: «No habrá problemas»

«Cuando oficialmente enviaron la información se ciñeron exclusivamente a Valladolid», explica el delegado comarcal de Comisiones Obreras (CCOO) en la zona de Medina, Isidoro Hernández, al tiempo que incide en que «no nos han hecho una comunicación formal porque no teníamos nada que ver».«Nos hemos enterado, lógicamente, por los compañeros del sindicato y del comité de empresa de la puesta en marcha del expediente de regulación de empleo», apostilla.

Al ser conscientes de que «nada que ver» con aquella decisión, los empleados de la fábrica de la localidad vallisoletana vivieron la noticia «tranquilos», conocedores de que únicamente perjudicaría a la planta de la capital, que da empleo a 166 trabajadores directos y a otros 40 procedentes de subcontratas.

Entre otras razones, la fábrica de Medina no se vería envuelta en esta proceso dado que «el tipo de producto no tiene nada que ver» con el que se produce en Valladolid. Mientras en esta última se fabrica bollería como el tigretón, el pepito y los clásicos donuts, en el municipio se centran en otra gama de productos como pan de molde o pan integral. «En el ámbito de Dulces del Campo las previsiones con las que trabaja el comité de empresa es que no le pueda afectar para nada a la fábrica porque no tiene nada que ver una producción con la otra», asevera Hernández.

Tal y como indica el delegado comarcal de CCOO, la producción de este tipo de bollería que se elabora en Valladolid había bajado, debido a un descenso de las ventas, «pero en ningún caso había entrado en números rojos». En el caso de la fábrica de Medina del Campo, «las previsiones es que no haya ningún problema más allá de que puedan contar con esta factoría para posibles traslados de personal». Algo que ya sucedió con el cierre de la factoría de Bimbo en la localidad madrileña de Paracuellos. «Ha habido compañeros que han venido trasladado a Medina del Campo», subraya.

De cara a los próximos años, Dulces del Campo espera que «no haya problemas de futuro», según anticipa Hernández. «En un tramo, correlativamente largo, podríamos estar hablando que, perfectamente, la producción de Medina del Campo está garantizada», matiza. Y es que, desde hace un tiempo, la planta ha incrementado las líneas de producción, añadido nuevos productos y aumentado su plantilla. «Hemos pasado de unos 200 trabajadores a más de 280», continúa.

Dulces del Campo abrió sus puertas en 1986 de la mano del Grupo Casado. Fue en 2008 cuando Grupo Siro se hizo con el control de la repostera de la villa y, más tarde, en 2021, Grupo Bimbo asumió la factoría. En cuanto a la planta de Valladolid, desde Comisiones Obreras apuntan, directamente, a un claro ejemplo de «deslocalización pura y dura». «Lo que están buscando es reducir los costes económicos que les genera la producción y llevarse la a otras factorías u otros centros de trabajo», concluye.