Valladolid

Fontihoyuelo baila la Redondilla en honor a Santa Marina

Un año más, el sábado, al anochecer, tenía lugar la popular Redondilla. Los vecinos volvieron a dar dos vueltas a la iglesia bailando durante una hora al son de las músicas de los dulzaineros. Antiguamente, la tradición seguía las pautas coreográficas típicas de esta danza: por parejas, formando corro, los hombres por dentro y las mujeres por fuera. Hoy día el baile se asemeja más a una jota, pero las dos vueltas al templo se mantienen. Para terminar, es habitual que se toque un pasodoble. Los músicos son los que encabezan a los vecinos que van bailando.

El alcalde, Jorge González, una vez más destacó que «es la tradición más importante del pueblo, la que une a todos los vecinos, y que esperan con gran ilusión y cariño». Además, recordó que antes se bailaba el 19 de julio, el día después de la festividad de Santa Marina, como despedida de las fiestas del pueblo, que duraban dos días. Ahora se baila el sábado «con el fin de que participe más gente». En la tradición bailan vecinos de todas las edades, desde los más jóvenes hasta los más mayores, si bien estos últimos se reservan para el baile último. El regidor señaló que no ha conseguido saber la antigüedad de la Redondilla, aunque vecinos muy longevos han asegurado haberla vivido ya en su infancia.

Desde Santander, no faltó a la cita el veterano médico Alejandro Panero, hijo de Emilio Panero, alcalde de la transición y el primero de la democracia del terracampino pueblo (1979-1983), a quien le siguió en esta responsabilidad municipal su esposa y madre del médico, Magdalena Sánchez Herrero, durante 24 años (1983-2007). Desde su Fontihoyuelo natal, se convirtió en un médico de gran prestigio en Cantabria, donde en la localidad de Marina de Cudeyo, tras su jubilación, pusieron su nombre a un parque. Fue médico de Severiano Ballesteros y el que fuera presidente de la Cantabria Miguel Ángel Revilla.

Panero, que no volvía a las fiestas desde antes de la pandemia, aseguró «estar muy contento por reencontrarme con vecinos que están fuera y la satisfacción de volver a vernos». Respecto a la Redondilla explicó que «es una tradición que no puede faltar», y recordó sus años de juventud cuando los mayores comentaban que «el que no baile la redondilla, se puede morir al día siguiente». El veterano médico aseguró que, mientras que pueda, «no faltaré nunca».

Las fiestas en honor a Santa Marina finalizaron el domingo con una paellada popular al mediodía y parque acuático con fiesta de la espuma por la tarde, que dieron paso al campeonato de lanzamiento de piedra, que se celebra desde hace más de quince años, con motivo de las fiestas de Santa Marina. En una gran explanada se comienza marcando una raya que delimita cinco metros, y quien al lanzar la piedra no la sobrepase queda eliminado. La línea cada vez se fija a más distancia del punto de lanzamiento y quien logra lanzar más lejos se hace con el trofeo. La actuación del mago Gele puso punto final a una fiestas que comenzaban el pasado jueves con la festividad de la patrona.