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Los grandes focos de las vendimiadoras están a punto de iluminar los viñedos repartidos por toda la provincia vallisoletana. Una técnica de recolección que, como ... explica Águeda del Val, directora técnica de Vendimia de la Denominación de Origen Cigales, ha ido ganando terreno a la técnica manual, donde cada septiembre los temporeros llenaban los campos para recoger racimo a racimo y depositarlos en un pequeño canasto.
Hace unos años lo habitual era ver una hilera de temporeros en cada una de las líneas rectas que forman las vides. Cada mañana, a eso de las 7:00, estos jornaleros se apropiaban del campo en jornadas de siete u ocho horas. Una tradición que con el paso de los años -y la falta de mano de obra- ha sido sustituida por las máquinas.
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Un proceso mecanizado con unas máquinas que poseen una estructura en forma de túnel, lo que les permite recorrer las líneas del viñedo. El proceso es sencillo. Pasan por encima de las cepas sacudiendo sus pies, lo que produce una vibración de las plantas, así los granos de uva van directamente a unos contenedores para su traslado a la bodega. Cabe destacar que este método de vendimia no recoge los raspones, que se mantienen unidos a la cepa, lo que imposibilita que se pueda utilizar para recoger uvas destinadas a elaborar estilos de vino que requieren de los racimos enteros, como es el caso del Beaujolais o cualquier otro vino elaborado mediante maceración carbónica. Su principal ventaja reside en la velocidad. Algo muy útil para la variedad Sauvignon Blanc, que tiene un proceso de maduración muy rápido con un mínimo espacio de tiempo entre la maduración y la sobremaduración. Y que permite la recogida de 4.000 kilos en una hora, lo que puede llegar a suponer un ahorro de hasta un 30%.
Alberto Tobes, director de Experimentación de la Denominación de Origen Ribera del Duero, tiene claro que lo óptimo es el trabajo manual, «la calidad es el principal motivo por el que mantenemos este modelo. Es más caro y tiene mayores problemas de logística, pero la calidad es innegable. Es un tipo de recogida que te permite seleccionar los racimos e incluso si una pieza tiene una parte en mal estado se pueden retirar solo esos granos y aprovechar el resto y por supuesto el trato, se recoge con más mimo y se deposita en una cajita, apiladas para su posterior traslado a la bodega. La verdad es que las máquinas han avanzado mucho desde hace veinte años, pero todavía se nota la diferencia de lo que es un trabajo industrial a uno manual».
En Ribera del Duero se recoge el 70,3% a mano y explica Tobes que si esta cantidad desciende entre año y año se debe a la dificultad que encuentran para contratar mano de obra. Señala que la cosecha mecánica también cuenta con ventajas «es más rápido, se pueden cosechar muchas hectáreas en un día, es más económico y sobre todo permite apurar el día de vendimia al momento de mayor maduración, así como ajustar los plazos si se acerca un periodo de lluvias abundantes». Unas ventajas que 'solo' se anteponen al trabajo manual por falta de mano de obra «se puede ir consiguiendo gente, se busca y algo se encuentra, pero al final lo que queda sin cubrir se tiene que hacer a máquina».
Una Denominación que cuenta con aproximadamente 27,000 hectáreas registradas, un dato que puede cambiar y crecer en los próximos días por aquellos pequeños viñedos jóvenes que se han cultivado recientemente y que aún están sin inscribir.
La Denominación de Origen Toro es otra de las pocas que aún continúa con una recogida manual. El 85% de la vendimia se realiza con temporeros, cuyo trabajo consiste en seleccionar los racimos óptimos y apilarlos en pequeñas cestas de quince kilos. Este proceso permite recoger el racimo entero sin que sufra ningún tipo de daño y que llegue a la bodega -donde vuelve a pasar por un proceso de selección con tolvas- limpio. Algo que consideran imprescindible para «mimar» el producto y conseguir la calidad óptima. Un trabajo manual que, sobre todo, en épocas de vendimia supone un sobreesfuerzo pero que no desemboca en ningún problema, ya que la Denominación cuenta con 981 viticultores dedicados a las 8.000 hectáreas de vid.
Amancio Moyano, gerente de Covitoro, bodega perteneciente a la Denominación de Origen Toro, expresa que «cada vez es más complicado encontrar mano de obra, lo habitual es ver campos con plantación en espaldera -aquella que permite el paso de máquinas- porque aunque existen empresas que proporcionan jornaleros, en estas fechas donde hay tanta demanda es muy difícil satisfacer todas las necesidades». Una dificultad a la que se suma en algunas ocasiones los problemas para tramitar los contratos «en el 80% de los casos son extranjeros, no hay ningún problema, pero a veces te encuentras con que no existen papeles en regla y es muy complicado regularlo».
Jesús Diez, director técnico de Vendimia de la Denominación de Origen Rueda, explica que en las 20.700 hectáreas registradas con las que cuenta la Denominación, el noventa por ciento del trabajo se realiza a máquina durante la noche. El 10% restante mediante la recogida tradicional que no supone ningún problema al no ser un gran volumen. «Durante el año trabajan las cuadrillas por lo que es un trabajo que se va preparando día a día, por eso cuando llega la época de vendimia no tenemos ningún problema de mano de obra». Un proceso mecanizado que, según señala, les permite realizar recogidas selectivas en las parcelas según los criterios enológicos. Lo que permite iniciar los trabajos en el momento óptimo de maduración, garantizando así una mayor calidad en el producto.
Ramón Bocos
Viticultor
Ramón Bocos, viticultor de la Denominación de Origen Rueda, explica que ellos fueron casi pioneros en España en la vendimia a máquina, «llevamos casi treinta años trabajando así, lo hacemos por dos razones, primero por motivos económicos y segundo por una cuestión de calidad, aunque si tuviéramos que buscar vendimiadores seguramente no encontraríamos». Unos motivos que van hilados. Con la vendimia a máquina se puede cosechar durante la noche, lo que permite trabajar a menor temperatura «por la mañana hace 25 grados, por la noche estamos a 12-15 grados, esto hace que exista menos oxidación del mosto -cuanta mayor oxidación exista menos calidad tiene el producto-». Lo que lleva directamente a la cuestión económica «para la elaboración de vino blanco es necesario enfriar la uva, si llega a la bodega a 12 grados, los recursos que tengo que dedicar son menor que si está a 25».
Desde la Denominación de Origen Cigales, Val, explica que el setenta por ciento de la vendimia está mecanizada y se realiza con máquina en jornada nocturna, «tan solo se realiza un 30% de forma manual, al ser tan poca la superficie recogida con este método no existe ningún problema con la mano de obra». Val señala que la Denominación cuenta con 2.402 fincas con un total de 1.899 hectáreas y 288 viticultores.
José Manuel de las Heras
Coordinador estatal de Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, en la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL)
José Manuel de las Heras, coordinador estatal de Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, en la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) constata los problemas que encuentran los bodegueros a la hora de encontrar mano de obra para las campañas de vendimia. «Cada día hay más problemas, la escasez hace que al final el trabajo se tenga que realizar a máquina, que no sé si es mejor o peor, pero es más barato». De las Heras asegura no saber por qué cada vez existe menos mano de obra «yo he visto facturas de los empresarios y los viticultores pagan, en el mejor de los casos, 14 euros la hora. También es verdad que muchos están contratados desde empresas de trabajo temporal (ETT) así que no sé cuánto dinero les llega en realidad. Lo que sí es cierto es que nadie está por veinte euros al día, nadie se arriesga a coger a gente en situación irregular, hay muchos controles y grandes sanciones».
Aunque sí cree que puede existir un motivo. Uno de los problemas a la hora de contratar jornaleros, aparte de las maratonianas jornadas laborales, es que muchos temporeros se encuentran en una situación de desempleo y están recibiendo algún tipo de prestación o ayuda económica. Un estado financiero que les lleva a no querer darse de alta para trabajos temporales de menos de un mes y arriesgarse a perder las ayudas públicas. Para remediar este problema De las Heras cree que lo mejor sería llegar a acuerdos con las Administraciones para realizar contrataciones en origen -como se hacía en los años 90- «una contratación en origen permitiría realizar campañas largas, unir todo el proceso de recogida, desde la temporada de fruta hasta la más tardía que suele ser la vendimia de Ribera del Duero. Así se garantiza al obrero un tiempo determinado y fijo de trabajo. Sería importante que la administración y el empresario otorgaran un alojamiento digno, y subvencionara el desplazamiento del trabajador, pero en coordinación se podrían abaratar costes y sería muy bueno para los viticultores y los trabajadores».
La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores de Castilla y León (ASAJA) explica que lo habitual es crear los nuevos viñedos en forma de espaldera «en Rueda la tendencia es cosechar a máquina, es más fácil realizar el trabajo y no dependes de la mano de obra que es muy volátil donde el tiempo es muy importante y los procesos de maduración están muy marcados. El trabajo manual solo se mantiene en zonas como Ribera del Duero, en las parcelas más grandes, que son campos muy viejos y no van a arrancar las cepas para permitir el paso de las máquinas». Un trabajo a máquina que aclara, «es más rápido y se puede realizar por la noche, así la uva mantiene una temperatura constante y no pierde las propiedades».
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