Valladolid
Muere Dámaso Vergara, el carnicero jubilado que recogía flores y plantas en Urueña

Llegó a la villa amurallada después de que lo hiciese su hijo Dámaso para abrir el bar restaurante La Loba Parda

Miguel García Marbán

Valladolid

Miércoles, 30 de abril 2025, 19:10

Tienen todos los pueblos una particular galería de vecinos que, con el tiempo, se han convertido en verdaderos personajes de su vida cotidiana, conocidos por ... todos, a los que todos tienen un especial cariño, la mayoría de las veces por su cordialidad, amabilidad y generosidad, siempre al servicio de todos. Dámaso Vergara García fue uno de los personajes de Urueña, que acaba de fallecer este miércoles en Valladolid a los 84 años.

Tras jubilarse como carnicero en Valladolid, Dámaso llegó en los años noventa a Urueña poco después que lo hiciese su hijo Dámaso para abrir el bar- restaurante La Loba Parda, donde arrancó una aventura en los fogones que le ha llevado a regentar y ser el chef de uno de los mejores y más conocidos restaurantes de Valladolid.

Durante años, con su gorra y barba blanca que le caracterizaban, fue habitual encontrarse con Dámaso en el pasear por las estrechas calles de Urueña, siempre presto a la conversación amena. Eran muchos los que le conocían de Valladolid y preguntaban por él para saludarlo.

Le gustaba salir al monte y recolectar flores y plantas aromáticas con cualidades, como claveles silvestres, tomillo, romero, espliego o lavanda, que, a modo de pequeño y decorado puesto, colocaba en ramilletes en el banco que existe junto a la puerta de la Villa para ofrecer por la voluntad a todos los visitantes que llegaban para disfrutar de las bellas vistas tanto de la muralla como del paisaje, sin que faltasen las explicaciones sobre cada planta o flor.

Sin ser de Urueña y quizás sin saberlo, Dámaso enlazaba con una arraigada tradición que siempre hubo en la localidad de buscadores de hierbas aromáticas, con el recuerdo hace décadas cuando el espliego se tendía al sol en las calles para que se secase.También era gran aficionado a los toros que seguía por televisión o al acercarse al coso del paseo de Zorrilla de Valladolid.

El alcalde de Urueña, Francisco Rodríguez, además de sentir el fallecimiento de Dámaso y transmitir las condolecías a sus familiares, en especial a sus hijos, Ana María, Dámaso, Ángel y Roberto, manifestó que «los años que vivió en Urueña fue muy querido por los vecinos, todo el mundo le conocía». La capilla ardiente está instalada en el tanatorio de Las Contiendas de Valladolid, donde este jueves por la mañana tendrá lugar la misa comunitaria e incineración, para, por la tarde, llevarse a cabo la inhumación de las cenizas en el cementerio del Carmen.