Valladolid
Por qué el comercio de tu barrio tiene un cartel con el número 58El remedio casero más económico para espantar a las moscas que usan muchos establecimientos
Saray Horcajada
Valladolid
Sábado, 31 de agosto 2024, 19:59
Durante el verano, y especialmente en su etapa final, se registra un aumento de insectos, especialmente de moscas, que se meten en el interior de ... bares, comercios y hogares en busca de un ambiente fresco y se convierten en compañeras de piso muy molestas. Son muchas las maneras para combatir su presencia, desde los convencionales insecticidas y matamoscas manuales hasta la técnica de partir un limón por la mitad y ponerle clavos para espantarlas con su olor.
Sin embargo, el método más sencillo y económico es el de escribir en un papel el número 58. Un método 'a priori' un tanto extraño y poco creíble, pero que ha empezado a extenderse por bares y comercios, que colocan estos carteles para evitar la entrada de moscas, ya que, al parecer, la combinación de esos dos números simula la tela de una araña, lo que haría huir a estos insectos.
En Laguna de Duero, durante este verano se ha corrido la voz de la utilidad de este método casero, que poco a poco se ha ido implantando en muchos negocios para comprobar sí realmente funcionaba. Es el caso del Kiosco Fama, que regenta Luis Angel González. «Me enteré porque vi el 58 puesto en distintos comercios de aquí. Pregunté en uno de ellos y me contó que era para espantar a las moscas y que desde entonces no tenía prácticamente ninguna», comenta Luis Angel, que desde entonces tiene dentro de su kiosco tres carteles con el número 58. «He notado una diferencia grandísima con otros veranos, cuando continuamente entraban moscas. Ahora, como mucho una o dos».
«Cada persona que entra a comprar pregunta, les llama mucho la atención», comenta el dueño del negocio, que asegura que a raíz de verlo en tantos comercios, «mucha gente lo ha puesto en su propia casa y ha venido a decir que funcionaba». Como si de un ritual se tratara, para Luis Ángel la clave es ponerlo en color rojo. «El tamaño del número da igual, pero a mi me dijeron que en rojo funciona por la visión de la mosca, que lo asocia con una telaraña, entonces huyen».
A escasos metros del kiosco de Luis Ángel se sitúa el Bar Pinti, que también luce el 58, pero de una forma distinta: en color negro, tamaño pequeño y de forma estratégica. «Hemos empezado a poner los números a principio del verano, antes teníamos toda la zona de la cafetera llena de moscas y este año ya no», asegura Tamara Mateo, camarera y propietaria del bar junto a su marido, que fue el que promovió el uso de este método en el establecimiento. «Lo vio por un comentario en un Tik Tok, luego vimos en Google que un estudio decía que las moscas no ven el número, sino una telaraña», explica Mateo, quien recalca que «tiene que haber varios para que haga efecto».
Tamara aclara que la 'espantada' de los insectos no se produce de forma instantánea al colocar los carteles con el 58. «No es automático, pasará un tiempo hasta que ellas mismas van a dejar de acercarse por supervivencia; al ver una telaraña, les da miedo». Ella ha colocado tres carteles pequeños en la zona de la cafetera, otros tres junto a la vitrina con comida y más en la cocina. «Sí quitas alguno no funciona, antes en la cocina me comían las moscas, hasta que los puse en las paredes, el frigorífico y el armario», afirma la copropietaria del Bar Pinti, a la que le han contado que «desde hace años ya los ponen en muchos bares de Madrid y en varios almacenes de fábricas en Valladolid».
El boca a boca nos lleva hasta el Bar Estadio, donde en ese momento no está puesto el famoso 58, aunque lo han tenido durante cinco años. «Lo quitamos porque hicimos una reforma, pero el año que viene lo volvemos a poner», comenta José Javier Bastardo García, el propietario, que se enteró del método a través de un cliente que lo tenía puesto en su carnicería. Jose Luis probó, porque «no costaba nada y no existía nada más barato», y desde entonces notó una mejoría. «Es cierto que seguía habiendo alguna mosca, pero muchas menos».
Desde que puso carteles con el 58 pintado en negro, llamó la atención de la clientela del bar «Todo el mundo que viene te pregunta y lo comenta. Hay gente que no se lo cree y hay otros que piensan que es un número de la lotería o una superstición», comenta Jose Luis, que seguirá apostando por este método el año que viene, aunque también lo combinará con los insecticidas tradicionales.
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