Bebés que se llevan una hogaza de pan bajo el brazo

Javier y Chari son los propietarios de La Tahona de Chari, y son conocidos por su devoción por las técnicas tradicionales y también por las más innovadoras de la panadería. «Queremos regalar a las familias de los bebés, una hogaza de pan elaborada con harina molida en molino de piedra y fermentación lenta con ingredientes naturales. Un proceso que garantiza un sabor auténtico y nutritivo. Tan solo es necesario que los padres acudan personalmente a la panadería y presenten un documento que acredite el nacimiento del nuevo miembro de la familia y, por supuesto, que a ser posible, nos traigan al pequeño para conocerle», explica Ramos, quien a pesar de contar con largos años de experiencia en el sector, se considera un aprendiz de lo suyo. «El mío es un oficio en el que uno no deja nunca de formarse. Aunque pueda parecer un producto sencillo de realizar, lleva muchísimos procesos y fermentaciones. No es fácil hacer un buen pan», argumenta y no escatima al elogiar el valor nutricional del pan en una dieta equilibrada. Asegura que para alcanzar la auténtica calidad, cada etapa del proceso, desde el amasado hasta la cocción, debe ser ejecutada por un experto en la materia, y las materias primas deben ser «de la más alta calidad».

En un panorama donde el consumo de pan ha experimentado un marcado descenso en las últimas dos décadas, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), iniciativas como esta adquieren un significado aún más especial. Mientras que en el año 2000, el promedio de consumo de pan por persona en España alcanzaba los 50 kilos, en 2022 esta cifra se redujo a 27,94 kilos. Una tendencia que no solo afecta a España, sino también a países como Francia y Alemania. Ante este desafío, Ramos, que califica la situación para el sector como «dramática», insiste en la importancia de adaptarse a los nuevos gustos y tendencias de los consumidores. Subraya que la clave está en apostar por la innovación y el conocimiento especializado en técnicas y materias primas de la máxima calidad. Filosofía que La Tahona de Chari ha sabido llevar a la práctica con maestría. «El pan forma parte de nuestra cultura y esta situación se podría revertir con formación. Igual que la gente conoce los marchamos del jamón y si un vino es reserva, crianza o tempranillo, es importante que se familiarice con el pan que lleva a su mesa y sus características. Hay que darle a este producto, la importancia que se merece. La guerra de Ucrania disparó el precio de las harinas, la energía también se nos ha multiplicado. Antes pagábamos 1.000 euros de luz. Ahora pagamos 3.000. Esa diferencia no se la podemos repercutir al cliente, va a costa de nuestros beneficios», informa.

Así, en este Día Mundial del Pan, La Tahona de Chari no solo celebra un alimento que ha sido pilar de nuestra alimentación durante siglos, sino que también marca el inicio de un camino lleno de sabores y tradiciones para los recién nacidos. La hogaza de pan que se llevarán bajo el brazo, quizás les ayude el día de mañana, a valorar lo auténtico y artesano de un buen pan de masa madre. «De toda la vida, cuando nacía un niño se decía que traía un pan bajo el brazo. Nosotros queremos que esa tradición siga, pero en lugar de traerlo, lo que pretendemos es que se lo lleve de nuestra panadería», concluye.