La Policía Nacional retira en Valladolid una granada de mano y un proyectil de artillería
Ambos artefactos fueron manipulados con estrictas medidas de seguridad ante la posibilidad de que mantuvieran carga explosiva
La Policía Nacional retiró una granada de mano de una vivienda y un proyectil de artillería en un establecimiento a lo largo del día de ayer, según informaron fuentes policiales recogidas por Ical.
El primero de ellos fue en una vivienda situada en la calle Capuchinos de Valladolid, donde vivía un militar retirado ya fallecido hace un año aproximadamente. Su hijo dio aviso a la Policía Nacional informando de que, entre las pertenencias de su padre, había localizado lo que parecía ser una granada de mano.
La sala CIMACC 091 comisionó a un radio patrulla para que se dirigiera al lugar, donde se entrevistaron con la viuda del militar, y tras comprobar la veracidad de las circunstancias, le solicitaron que esperara fuera del domicilio como medida de seguridad, hasta la llegada de un indicativo de los técnicos en desactivación de explosivos (TEDAX).
Una vez que el agente de los TEDAX llegó al domicilio, verificó que el artefacto era una granada de mano, en concreto una granada 'Otto', al parecer con carga activa, por lo que levantó un acta para poner en conocimiento a los familiares que la retiraba, y se hizo cargo de ella con las medidas de seguridad oportunas.
En estos casos, en los que no se puede determinar si el artefacto mantiene la carga iniciadora, o la propia carga explosiva, hay que «extremar las medidas de precaución y tratar el artefacto como si estuviera armado al objeto de evitar posibles accidentes», indican fuentes policiales. Aunque el artefacto tenga el iniciador retirado y habitualmente la carga explosiva sea muy estable, circunstancias como el fuego, entre otras, pueden provocar su explosión.
El segundo artefacto fue localizado, con escasas dos horas de diferencia, por el propietario de un local en la calle San Lázaro de la capital. El establecimiento había estado alquilado hasta fechas recientes, y cuando se encontraba realizando labores de limpieza en el mismo, el dueño halló entre unas bolsas un proyectil de artillería.
El propietario del local llamó a la sala CIMACC 091 y, nuevamente, un indicativo uniformado se personó en el lugar de los hechos, que ha permanecido a la espera de la llegada del TEDAX. Al igual que en el caso anterior, el TEDAX se llevó el proyectil para valorar si contenía carga explosiva y así poder inutilizarlo con todas las garantías de seguridad.