Pintadas, barandillas rotas y restos de botellón en la pasarela de La Rubia a Arturo Eyries

Hay unos cables pelados, al aire, desmochados, que salen de un tramo de barandilla destrozada en la pasarela Pedro Gómez Bosque. Hay cristales con las cicatrices que han dejado las pedradas. Hay grafitis en las placas laterales y un museo de pintadas en el paso inferior de La Rubia, algunos de ellos con el sello de grafiteros ya identificados, como el autor de los 'ojos de diablo' y los 'aviones de papel', un veinteañero detenido hace dos años acusado de más de 400 pintadas que causaron daños por 12.000 euros. Hay, a orillas del Pisuerga, 'bricks' de zumo y restos de un botellón. También excrementos de perro sobre el caucho del carril bici. Yhay vecinos que murmuran sus quejas mientras atraviesan este paso que desde marzo de 2011 une La Rubia con Arturo Eyries.

La asociación vecinal de la zona ha puesto el foco en esta infraestructura (costó 2,3 millones de euros) y lamenta el estado de limpieza y «falta de conservación» en la que se encuentra. Critica «su abandono», que no se hayan eliminado las pintadas ni reparado los desperfectos de la barandilla, vinculados con tiras de luces LED ocultas bajo los pasamanos. Las palas informativas que a ambos extremos de la pasarela recogen datos sobre su historia y características técnicas están ilegibles, embadurnadas con grafitis.

El estado del pasarela Pedro Gómez Bosque es una de las quejas que forman parte de un listado de reivindicaciones elaborado por los vecios, comercios y hosteleros de La Rubia y Cuatro de Marzo. La asociación vecinal Nuestra Señora del Rosario ha recorrido los establecimientos de la zona y recogido también a través de Internet las inquietudes de trescientas personas, con las que se ha elaborado un estudio sobre las necesidades del barrio, que se trasladará al Ayuntamiento. «Hemos solicitado, sin éxito, una reunión con la concejala de barrio, Victoria Soto, por lo que intentaremos hacerle llegar las quejas al alcalde», aseguró Carlos Vallelado, presidente de la asociación vecinal.

La limpieza de calles concentra casi la mitad de las 198 quejas recogidas y aluden tanto a las pintadas como a la recogida de basuras o la presencia de excrementos de perros y palomas en las calles. También reclaman el arreglo de aceras y carriles bici (en la carretera de Rueda o la avenida de Zamora) y una solución para los problemas de aparcamiento que sufre la zona y que han sido reconocidos por el Ayuntamiento.

El alcalde se comprometió (lo hizo en un pleno y en una asamblea pública con vecinos en noviembre del año pasado) a presentar antes de este verano un plan de reordenación del tráfico por la zona. El concejal de Movilidad, Luis Vélez, admite que no se ha cumplido esta promesa ni se ha ofrecido una solución a las dificultades para aparcar en las calles del barrio. La asociación vecinal ha propuesto la ampliación de la ORAa la segunda fase del Cuatro de Marzo.

El listado de peticiones incluye también la conexión de Auvasa con el ambulatorio de Arturo Eyries, el drenaje de los caminos de la plaza Espanta o el cuidado de parques y jardines. Además, se ha añadido una propuesta que requiere una inversión más ambiciosa para recuperar la quinta nave del antiguo matadero municipal y reconvertirla en un centro cívico. «Los de Juan de Austria y José María Luelmo están saturados y apenas hay aulas libres para programar diversas actividades. No es necesario que este centro del matadero tenga autonomía propia, puede depender de la dirección de cualquiera de los otros dos, pero se ofrecerían salas y espacios para actividades ciudadanas», propone el colectivo vecinal de La Rubia.