Periodismo se 'independiza' en la Universidad de Valladolid
Más de dos décadas después de su creación, el grado pasa a tener departamento propio justo antes de que se estrene como decana Dunia Etura, egresada de las primeras promociones
Dunia Etura tardó en estudiar Periodismo. Tardó porque, aunque no lo parezca, hubo un tiempo en el que no era posible estudiar Periodismo en Valladolid. ... Apenas lo era en Castilla y León, solo en la Universidad Pontificia de Salamanca, privada. Las opciones se reducían a eso o a trasladarse a la Complutense de Madrid, a Sevilla, Bilbao, Barcelona. Así que Etura se animó, «iniciada la treintena», cuando vio que por fin podía cursar estos estudios en la universidad pública y en Valladolid. Este viernes, 21 años después de que la licenciatura de Periodismo comenzara a rodar, el grado ya cuenta con departamento propio: departamento de Periodismo y Comunicación Mediática. Lo ha aprobado por asentimiento la Junta de Gobierno de la UVA, después de un proceso para el que ha tenido que contar con el visto bueno de su padre adoptivo, el departamento de Historia Moderna, Contemporánea y de América al que pertenecía su primer impulsor, el historiador Celso Almuiña. La periodista Margarita Antón Crespo, fallecida en 2020, fue la otra figura clave en aquellos primeros años, como la primera coordinadora de los estudios.
La huella de aquel nacimiento se ve hoy en las redacciones. De las primeras licenciaturas escuchan a Chus Rodríguez en Radio Marca; a Lara Vegas en la Ser; leen a Juanan Pardal o Juanjo López en El Norte o a Alba Camazón en eldiario.es; ven a Fran López Galán en La Sexta, a Noemí Morante, Nacho Vicente o Sergio Saseta en La 8. Son los antecesores de todos los que han llegado después a copar las redacciones autonómicas. Pero también nacionales: Ángel Negro en Antena 3, Sara Polo en El Mundo, Santi Burgoa en Telemadrid Tiene su lógica. Hoy aún es una de las carreras más demandadas año tras año en la Universidad de Valladolid. Son unos 500 alumnos de grado los que se encuentran matriculados, de los 1.500 que alberga la facultad de Filosofía y Letras. Sin contar los estudiantes de posgrado.
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El lunes, además, Periodismo volverá a hacer historia, siquiera pequeñita, en la UVA. Por primera vez la decana de Filosofía y Letras será una profesora titular de Periodismo. Dunia Etura. «Es algo muy importante para la facultad y para Periodismo, porque el hecho de que haya una decana del área indica que estamos incorporados al 100% en la facultad, reconocidos al 100% con el resto de los compañeros y compañeras de los nueve grados que integran todas las titulaciones de la facultad», explica minutos antes de que el Consejo de Gobierno ratifique la creación del departamento.
No ha sido un camino fácil. Los primeros años, la colaboración de profesores de Historia, Lengua o Derecho fue clave para echar a andar. Profesores asociados vinculados a los medios de comunicación o a empresas se hicieron cargo de muchas horas de docencia. El propio Celso Almuiña recordaba hace un año que tuvo que llamar a la puerta de los medios locales para nutrir la plantilla. Solo de El Norte salieron Angélica Tanarro, Kote Isturiz y Victoria Martín, por ejemplo. De esta redacción salió el primer doctor en Periodismo por la Universidad de Valladolid, Jesús Bombín. El hecho de no tener suficientes profesores titulares obligaba a que Periodismo se convirtiera en un apellido más del departamento de Historia Moderna. Que hoy pasa a denominarse «de Historia Moderna, Contemporánea e Historia de América». Algunos de los que comenzaron como asociados hace casi dos décadas son hoy profesores a tiempo completo. O pasaron de alumnos de aquella primera promoción a profesores. O siguen como asociados. «Tiene masa crítica suficiente para constituirse en departamento», se señalaba durante la reunión del Consejo de Gobierno. Los despachos disgregados por los diferentes pasillos de la facultad muestran claramente el modo en el que poco a poco ha crecido el grado. «Podemos pedir departamento porque hay muchos profesores que se han integrado y hay número para pedirlo, es necesario un mínimo y lo cumplimos con creces. Nos hemos acreditado de titulares, contratados doctores, ayudantes, hay dos catedráticas… Y hemos crecido mucho teniendo en cuenta el esfuerzo de todo el profesorado», defiende con orgullo de pertenencia Dunia Etura.
Una pertenencia nada excluyente. Porque el primer objetivo concreto de su decanato será poner en marcha un proyecto que aglutina algunas de las mejores habilidades de la facultad de Filosofía y Letras, donde caben desde la investigación histórica hasta la lingüística forense pasando por la lucha contra la desinformación. «Vamos a trabajar en enfocarnos en asumir los cambios tecnológicos que afectan a nuestras titulaciones. En septiembre vamos a presentar un laboratorio, HumanIA Lab, de inteligencia artificial, para integrar a toda la facultad, a todos los especialistas que llevan muchos años trabajando en humanidades digitales de manera individual, y lo vamos a poner en conjunto». ¿La intención? «Crear nuevas titulaciones, modificar perfiles de titulados… Abrir nuevos caminos».
Y en la cúspide, como objetivo general de la facultad, «seguir trabajando por el reconocimiento de la importancia de las humanidades dentro de la propia sociedad, en un momento en que hay cuestiones decisivas y determinantes para poder vivir en una sociedad más democrática, justa y humana».
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