Paneles solares surtirán de electricidad a hospitales y centros de salud de Castilla y León

El calendario ha hecho coincidir casi en el tiempo ese día crítico por la caída de la red y la firma del convenio entre las consejerías de Sanidad y de Economía y Hacienda, está última competente en energía, para la colocación de las placas solares para generar energía eléctrica en 93 edificios de Sacyl, 70 de ellos centros de salud y de especialidades y los 23 restantes, inmuebles por los que se reparten instalaciones de los 14 hospitales de Castilla y León. Estos últimos centros, que tienen un mayor consumo, concentrarán la mayor parte del gasto de la iniciativa, 8 de los 10 millones contemplados.

Los consejeros Alejandro Vázquez y Carlos Fernández Carriedo han formalizado este miércoles, en el Hospital Universitario Río Hortega, el convenio que pone en marcha la inversión. Este centro fue pionero en la instalación de paneles solares para calentar el agua que consume el edificio, a los que han sumado otros que generan energía eléctrica en unas cubiertas tapizadas por 2.520 placas de 2 metros cuadrados por elemento y que producen una energía equivalente al 10% de la que gasta a diario el hospital.

«La Junta de Castilla y León tiene prevista una inversión total de 20 millones de euros, de los cuales la mitad se concentran en Sanidad y el resto en edificios educativos, de servicios sociales y los propios centros administrativos de la Administración autonómica», ha explicado Carlos Fernández Carriedo. Seis de cada diez euros de esa partida para instalaciones con placas solares llegan de la Unión Europea. «Además de ahorrar 2,25 millones de euros en la factura energética al año, esta inversión en centros sanitarios nos va a permitir ahorrar 5.000 toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera», remarcó el titular de Economía y Hacienda.

«Los hospitales funcionan 24 horas al día los 7 días de la semana con un consumo energético muy importante y hoy en día es imposible plantearse una asistencia sanitaria si falla un componente tan básico como la energía», ha precisado Alejandro Vázquez, para contextualizar lo que supone la iniciativa para reforzar el autoabastecimiento eléctrico. El consejero recordó que el día del apagón se pudo seguir funcionando en centros hospitalarios no con la normalidad habitual, pero sí adecuadamente y sin contratiempos en áreas críticas, gracias a los grupos electrógenos, en una jornada que pone de manifiesto la idoneidad de profundizar en la eficiencia energética.

«Siempre hay que mejorar. Nuestros centros mantuvieron enormemente bien todos los aspectos de asistencia crítica y muchos aspectos no críticos que siguieron trabajando, pero tenemos que seguir mejorando en ser todavía más autónomos para situaciones de este tipo y en mejorar la comunicación entre los centros, que falló durante la caída eléctrica, y tenemos que mejorar nuestra red de comunicaciones... hemos aprendido de lo que no funcionó tan bien», ha subrayado el consejero de Sanidad.

Hospitales y centros de salud consumen el 63% de la energía eléctrica que emplea la Junta de Castilla y León y son el origen del 5% de los gases que provocan el efecto invernadero es el ámbito sanitario, «Trabajar en el ahorro económico y en tener un sistema más eficiente y más sostenible es muy importante», ha valorado el consejero de Sanidad, que ha repasado el resultado del programa Hospisol, que desde el año 2004 impulsó la instalación de placas solares para proporcionar agua caliente sanitaria a los hospitales y que fue premiado por la UE en 2008, al que ha sumado la paulatina interconexión de los centros sanitarios a redes de calor por biomasa y las obras de mejora de la envolvente térmica y del aislamiento de 71 centros. Sin olvidar, apuntó, que la Consejería de Sanidad ha renovado el 45% de la flota de vehículos por modelos más sostenibles.

Actualmente el Río Hortega cuenta con placas solares capaces de producir, en las horas de máxima potencia del sol, hasta el 50% de la energía que consume en ese momento el hospital. Pero el día del apagón fueron los grupos electrógenos que funcionan con gasóil los que proporcionaron electridad al centro, dado que la energía solar fluctúa (con una nube que genere una zona de sombra baja la producción) con oscilaciones que podían afectar a la continuidad del abastecimiento, al desestabilizar el funcionamiento del generador que proporcionaba el respaldo energético de emergencia.