Una oreja y un dedo cortados en una pelea que «nunca existió» en un bar de Valladolid
La Policía desmiente las imágenes y el vídeo difundidos por las redes sociales sobre una «falsa agresión» en un local de la plaza de Poniente
J. S.
Valladolid
Jueves, 17 de febrero 2022, 12:07
La fotografía de un joven con un trozo de oreja arrancado y el vídeo sobre el hallazgo de un dedo cortado en el lavabo de un bar, difundidos por las redes sociales, con la leyenda de que ocurrió el sábado (no concretan la fecha) en el bar Panda de Valladolid es un «bulo». Tal pelea «nunca existió», según confirman fuentes de las policías Municipal y Nacional, que concretan que la supuesta agresión «no ha ocurrido» ni el pasado sábado ni el anterior ni ninguno, al menos, en Valladolid.
El vídeo y la fotografía, no obstante, se han hecho virales y cientos de adolescentes, y adultos, lo tienen en sus móviles a través de las redes sociales. En sus mensajes dan por sentado que tales hechos ocurrieron en el citado local de la plaza de Poniente. Pero no fue así. «No consta denuncia alguna o intervención sobre esos hechos», confirman fuentes de la Policía Nacional.
Los propios responsables del establecimiento, al ser preguntados por los agentes sobre la difusión del vídeo, apuntaron a que ya obraba en su poder a través de las redes sociales desde hace más de una semana y desmintieron que hubiera habido pelea alguna en las últimas semanas en el establecimiento, añadieron fuentes policiales antes de incidir en que esos hechos «no han ocurrido en Valladolid».
Los hosteleros, titulares tanto del bar Panda como de la cercana discoteca Tintín, han lamentado la difusión tanto de la imagen como del vídeo del lavabo, así como de un tercer vídeo de un supuesto charco de sangre en la calle. «Los vídeos no sabemos de qué son y en nuestros locales no ha ocurrido absolutamente nada en los últimos días», han explicado antes de incidir en que «se han mezclado esas imágenes con nuestros locales sin justificación alguna». El único incidente registrado en las últimas semanas en uno de sus negocios, apuntan, fue el de «un chico al que se le rompió un vaso en la mano, pero nada más, ni peleas ni nada parecido a lo que recogen esas imágenes».
