

Secciones
Servicios
Destacamos
Lo que comenzó como un viaje de casi cinco horas, las que separan Murcia y Valladolid por tren -previa parada en ciudades como Elche, Alicante, ... Albacete o Madrid-, se convirtió este lunes en toda una «odisea» para los vallisoletanos José Luis Alcalde y María Ángeles Abril que se prolongó durante once horas y que aún perdura este martes, cuando están, por fin, rematando el regreso a la capital vallisoletana. A este matrimonio, de 67 y 64 años, respectivamente, el gran apagón les pilló a bordo de un Avlo que partió «muy puntual» de Murcia-El Carmen a las 10:32 horas y que tenía prevista su llegada a Campo Grande a las 15:18 horas. Pero nada más lejos de la realidad. Ese tren ni siquiera arribó a la capital vallisoletana.
Hacia las doce y media de la mañana, se detuvo en medio de La Mancha sin inicialmente llamar a atención de sus pasajeros. Acababan de atravesar Albacete. Parecía una parada rutinaria, pero cuando comenzaron a leer en sus dispositivos lo que estaba ocurriendo en todo el país, los vagones se sumieron en la preocupación y la incertidumbre. «Nos quedamos tirados en mitad de la vía; faltaban todavía ciento y pico kilómetros hasta Cuenca e informaron por la megafonía del tren que había parado por una incidencia que no sabían explicar y con una duración de la avería incierta», recuerda José Luis Alcalde.
Al principio, rememora, todos los viajeros lo tomaron «bien, con la sorpresa del momento». Comentaban los unos con los otros el «acontecimiento» del que estaban siendo testigos. Incluso el elenco del musical 'El Médico', que viajaba en el Avlo ya que se había subido al escenario del Teatro Municipal de Torrevieja los días atrás, improvisó una pequeña actuación para animar y entretener a los allí presentes. «Se portaron muy bien, hicieron que el rato fuera más agradable», comenta Alcalde, que estaba junto a su pareja en Murcia con motivo de un viaje del Imserso y tuvieron que anticipar su regreso a Valladolid por motivos familiares.
Pero a medida que avanzaban las horas y no tenían una información concreta y fidedigna al respecto, los nervios y la inquietud aumentaban al mismo ritmo que subía la temperatura en el interior de los vagones. «El calor era asfixiante, insufrible», cuenta este vallisoletano, mientras explica que tiempo después una máquina les «remolcó a velocidad muy lenta» -«no más de 60 kilómetros por hora», estima- hasta Cuenca.
Hace hincapié en el «buen trato» recibido por el personal de Renfe (repartieron botellas de agua hasta que se agotaron las existencias), aunque incide en que apenas comieron nada porque «no había restaurante en el tren». «Nosotros teníamos algo de comida y la compartimos con otros pasajeros, pero daba hasta reparo comer algo delante de gente que no tenía nada», apunta.
Con los aseos del convoy fuera de servicio, el aire acondicionado estropeado y sin apenas alimentos, tuvieron que hacer varias paradas de rigor para ventilar los vagones, tomar el aire y estirar las piernas e incluso hacer sus necesidades en el campo, donde buenamente podían.
No fue hasta pasadas las 21:00 horas cuando llegaron a la ciudad manchega. Allí, después de «mucho buscar», encontraron un hotel -también sin luz- en el que poder hacer noche. «Encontramos de casualidad una tienda en la que pudimos comprar algo de comida y un par de linternas para poder alumbrarnos por la noche», subraya José Luis Alcalde, quien tenía intención de volver a primera hora a Valladolid en taxi, si bien finalmente ha regresado en un coche particular, con su hermano que viajaba desde Valencia y se desvió hasta Cuenca para recogerles. «Esta mañana (en referencia a este martes) estaba ya todo funcionando, hemos podido desayunar en el hotel, pero la situación está complicada», sentencia.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El Cachorro entrega a Roma la procesión de todos los tiempos
ABC de Sevilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.