Natalia Figueroa, odontóloga venezolana en Valladolid: «Siento que el país está perdiendo mucho talento»

Han pasado casi cuatro años y aún está a la espera. «En octubre de 2020 me respondieron por fin. Me decían que para obtener el reconocimiento tenía que presentarme a dos asignaturas: pacientes especiales y materiales dentales». El problema ahora, dice Natalia, es que no se han convocado los exámenes para poderse examinar. «Lo curioso es que hay compañeros que estudiaron en la misma facultad, en el mismo curso, en la misma clase... y unos obtienen la homologación y otros no».

Natalia forma parte de Asodonves, la Asociación de Odontólogos Venezolanos, un colectivo creado en España para velar por aquellos compatriotas (más de 600) que se encuentran en una situación similar. «Yo me he reinventado. Trabajo en un comercio. Me gusta el ambiente, me encanta, estoy muy contenta. Pero me gustaría trabajar en aquello para lo que me formé. Por mí, pero también porque siento que el país se está perdiendo mucho talento».

Cuenta Natalia que, a través de esa asociación, los odontólogos venezolanos se ofrecieron durante la pandemia a las autoridades para trabajar, para ayudar en lo que fuera, «que nos tuvieran en cuenta». «Nos ofrecimos como rastreadores, si era necesario, pero no obtuvimos respuestas. Sin que te reconozcan el título es complicado», resume Natalia, quien confía en que muy pronto se convoquen los exámenes para obtener por fin el certificado que reconozca que la titulación que obtuvo en Venezuela tiene valor aquí.