Valladolid misteriosa
La momia atacameña expoliada que descansa en un museo de ValladolidDesenterrada de un yacimiento chileno en una expedición de la Comisión Científica del Pacífico, fue depositada en 1868 por Orden Ministerial en el Museo de Ciencias Naturales de la UVA
Un cuerpo momificado expoliado fue trasladado al Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Valladolid por Orden Ministerial en 1868 después de pasar por ... el Jardín Botánico. Se trataba de una momia hoy exhibida en la sección de anatomía del cuerpo humano del citado museo, ubicado en el colegio García Quintana.
Dentro de una vitrina, se puede ver esta momia de un indio americano que fue desenterrada del yacimiento de San Francisco de Chiu Chiu -antiguo territorio de Bolivia de desierto de Atacama, hoy Chile- durante una expedición de la Comisión Científica del Pacífico (1862-1866). Un lugar donde las condiciones climáticas son extremas, la mayoría de los enterramientos sufrían una deshidratación muy rápida y los cuerpos se momificaban de forma natural. «Esta tiene sus órganos, incluso tiene su pelo, sus uñas y todo», explica José Antonio Gil, trabajador del museo.
En el siglo XIX había mucho interés por conseguir momias que eran desenterradas y expoliadas sin control por distintas expediciones. Fueron muchos los mineros, mercaderes y empresarios extranjeros que se instalaron en Atacama en aquella época. El poblado de Chiu Chiu es un claro ejemplo ya que sus cementerios y aldeas fueron excavados en numerosas ocasiones en busca de objetos y mercancías que acababan en el mercado negro.
La citada Comisión Científica del Pacífico fue la última de las grandes expediciones transoceánicas llevadas a cabo por España en el siglo XIX. En 1862, el gobierno de la reina Isabel II creó una comisión encabezada por el antropólogo Manuel Almagro y formada por científicos, que acompañaban a una escuadra militar cuyo objetivo era vigilar los intereses españoles en los territorios americanos emancipados unos años antes.
Sin embargo, la intención de los científicos era adquirir ejemplares de los distintos reinos de la naturaleza para llevarlos al Museo de Ciencias Naturales, el Jardín Botánico y otros organismos dedicados al estudio de animales y plantas en España. Además, también tenían que conseguir información sobre restos biológicos y materiales culturales de las tribus.
Se estima que en el yacimiento de los Chiu Chiu se expoliaron 37 momias con su ajuar funerario, entre ellas la expuesta en el colegio García Quintana. La mayoría estaban en posición fetal, algo nada casual, porque esas tribus consideraban que la posición con la que se nace debía ser la misma con la que se sepulta.
Zona inexplorada
El trabajo más importante de Almagro fue la excavación de este yacimiento, hacia donde partió el 17 de abril de 1864, al ser una zona hasta entonces inexplorada. La cantidad y la calidad de los materiales obtenidos de las tumbas de Perú y Bolivia fueron considerables. Años más tarde, una pequeña parte fue adjudicada a distintas universidades como Barcelona, Sevilla o Valladolid.
El inventario obtenido en la expedición alcanza las 82.000 piezas, pero reconstruir con exactitud su origen es complicado debido a que la obra encargada a Almagro no se llegó a publicar. Tampoco ha ayudado la fragmentación de las colecciones antropológicas por los distintos museos de España y que la distribución de los ejemplares se ha seguido produciendo hasta hace relativamente poco.
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