El mercado de la Rondilla, recién renovado, acelera para llegar a la campaña navideña

La última licitación de mobiliario, que incluye los mostradores de los diferentes puestos, quedó sin resolver porque la media docena de empresas que se presentaron no aportaban toda la documentación necesaria o incumplían alguna de las condiciones estipuladas en las bases. Eso hace que haya que repetir el proceso y convierte en inviable el deseo de comerciantes y Ayuntamiento, que era reabrir en el mes de septiembre. ¿El riesgo? Pues aparte del retraso, que están en juego los fondos europeos destinados a este proyecto, que tiene como condición que esté rematado antes de comenzar 2025, como en su día advirtió el grupo municipal Valladolid Toma la Palabra. «Una inversión de 1,85 millones de euros cofinanciados al 60% por fondos Next Generation EU», explica el Ayuntamiento en una nota de prensa.

Es la última china en el camino de un proyecto que ha resultado mucho más complejo de lo que se suponía. El mercado, inaugurado en el año 1974, presentaba unas deficiencias importantes, que incluían fugas de agua por problemas con el saneamiento. «Ha ganado en luminosidad, con mayor altura de los techos, las ventanas y lucernarios mejoran la ventilación y permiten la entrada de luz natural, y se ha reorganizado el espacio central, ahora diáfano», explica el Consistorio en una nota de prensa. Hay tres puestos sin un uso definido, «abiertos a cualquier propuesta que sea compatible con la venta alimentaria», señalaba Víctor Martín. Y es que la primera visita oficial a la obra rematada -salvo por el mencionado mobiliario- tiene un objetivo promocional. Con los tres primeros locales ya reservados, hay que asegurar que el espacio se llena para cuando pueda abrirse al público. El día 29 de este mes se celebrará una reunión con los primeros interesados para explicar las condiciones de explotación, los plazos y la forma de optar a la ajudicación de uno de los puestos.

No es fácil. La Rondilla es un barrio con una intensa vida comercial pero aun así hay locales en la misma calle Moradas, una de las tres con acceso a este espacio, que están vacíos. Se cuentan cuatro en un breve recorrido por ella. En la esquina asoma un Carrefour Expres, al otro lado, un Dia. Una frutería, otra de aceitunas y una carnicería 'halal' cerrada escoltan a la pescadería El Faro, que tiene hasta el logo ya colocado en la que será su nueva ubicación. «Es una buena oportunidad para emprendedores, para crear empleo y consolidar un relevo generacional», explicaba Víctor Martín. Fecosva ha preparado un dosier profesional para los interesados.

Javier Serrada, presidente de los industriales del mercado, cree que el resultado se verá en breve. «A ver si con esta campaña se atrae a los comerciantes, hay que prepararlo todo, las vitrinas…». Lo cuenta delante de unas taquillas refrigeradas que permitirán guardar allí la compra o recoger un pedido a cualquier hora, ya que algunos espacios permanecerán abiertos fuera del horario habitual del mercado, al tener salida a los vestíbulos. «Esto no tiene nada que ver, antes había 40 puestos, no había supermercados, era otra perspectiva. Ahora la situación está complicada porque no hay relevo y a la gente le cuesta coger un puesto incluso con todos los beneficios que esto supone», explica. Pero mantiene una esperanza. «Hay locales fuera y si no se cubren fuera, aquí va a estar complicado, aunque esto no tiene nada que ver, claro».

El mercado tiene acceso por tres calles. Y ninguna de ellas aparece localizada en el mapa que se encuentra en la página web del Ayuntamiento, que erróneamente lo sitúa en el número 28 de la calle Moradas, donde se ubica un Dia. Se encuentra al otro lado del cruce con la calle Cardenal Cisneros, en el número 16 de la calle Moradas. Tiene salida a la paralela, Lope de Rueda número 7, y al lateral de la manzana, en la calle Tirso de Molina. Lo que era un callejón de carga y descarga se ha convertido en una plazuela de acceso peatonal, mientras que la carga y descarga se ha desplazado.