Valladolid

La macrorredada en el centro devuelve a la escena al clan dominicano

El primero de esos hechos tuvo lugar hace un mes, cuando agentes del grupo de estupefacientes sorprendieron a un hombre de 28 años de origen dominicano pero con nacionalidad española en el barrio del Cuatro de Marzo. Se le pilló saliendo de casa mostrando una actitud huidiza de los agentes, lo que provocó su detención. En ese momento, ese 14 de marzo, portaba 266 gramos de cocaína, pero el mayor alijo se encontraba en su vivienda. Otros tres kilos de la misma droga hallaban los agentes del grupo de estupefacientes. Una cantidad que hubiera alcanzado en el mercado ilícito 190.000 euros. De ahí, se decretó su ingreso en prisión.

Antes de eso, este mismo implicado, durante Nochevieja, ajeno a esta investigación, había protagonizado un incidente con la que era su pareja en ese momento. En las mismas calles del Cuatro de Marzo, había embestido el coche en el que viajaba la mujer. Se investigó ese accidente de tráfico como posible delito de violencia de género, que derivó en su detención por parte de la Policía Local al día siguiente al merodear la vivienda de ella.

A ese primer golpe al clan de los dominicanos tuvo un segundo unos quince días después, aunque en esta ocasión en el barrio de La Rondilla y con un mismo proceder. En la vía pública se interceptó a otro sospechoso, también de origen dominicano, con 120 gramos de cocaína y 1.060 euros en efectivo, para iniciar un registro en su domicilio en el que incautaron poco más de un kilo de cocaína, valorada en el menudeo en unos 60.000 euros.

Incluso este hombre alardeó, según reflejó la Policía, de ser un «gran narcotraficante» después de la denuncia de una mujer a la que supuestamente la amenazaba a través de una fotografía con una pistola. En el registro de su domicilio no se hallaron armas.

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Su 'modus operandi' para moverse por la ciudad era principalmente el patinete eléctrico, vehículo más escurridizo para las vigilancias policiales y más efectivo para las contravigilancias. Así se movía el detenido en el Cuatro de Marzo y uno de los arrestados, este miércoles, en la calle Imperial.

Esas dos operaciones sacaron del mercado más de cuatro kilos de cocaína y, tal vez, aceleraron la macrorredada en varios puntos del centro de la capital. Las zonas de San Pablo, La Antigua y Circular fueron los puntos para desarticular un nuevo clan de los dominicanos en Valladolid.

Este golpe al clan de los dominicanos es uno más en el historial de esta presunta organización criminal en la provincia. Ya en 2013, la Guardia Civil detuvo a cinco personas de República Dominicana dentro de una red dedicada al menudeo.

Más contundente fue la intervención policial de noviembre de 2015, con once arrestados y la desarticulación de un poderoso clan asentado en la capital. Al igual que esta semana, se simultanearon nueve registros en Delicias, La Rondilla, La Circular y San Isidro para detener a más de diez sospechosos. Utilizaban las casas de citas, clubes de alterne y bares para su venta. Y no solo con drogas traficaba este grupo, sino que sus integrantes 'importaban' un medicamento ilegal de su país natal (Sildenafil), cuyos efectos son similares a los de la viagra, que ofrecían como si fuera esta última sustancia a los clientes de los pisos que controlaban. Además, hallaron una mezcla de 'speed' y heroína lista para ser introducida en el mercado.

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Esa investigación sirvió para seguir tirando del hilo, y al igual que cayeron los miembros de Valladolid, se analizó su entorno. Fue la segunda fase de la operación, en la que los agentes localizaron en Guadalajara un laboratorio para procesar la droga por un valor de 960.000 euros. Así mismo fueron detenidos otros cinco miembros, que eran los encargados de traer la cocaína desde Sudamérica.

Lo hacían a través de un envío indetectable de estupefacientes disueltos en botellas. La cocaína líquida se mezclaba con hojas de eucalipto, inalcanzable para el olfato de los perros especializados, además, daba negativo al ser sometida a un 'narcotest'.