Los platos estrella de la Navidad disparan sus precios por encima del 34%
El lechazo se encarece el 34% y los langostinos el 55% de media en el mercado de Valladolid
Es el plato estrella de la Navidad en la provincia y este 2021 viene pegando fuerte. Primero, por el precio del producto, y, como añadido, ... por el de la electricidad, un suministro indispensable para dejarlo en su punto tras unas dos horas de horno. El lechazo, presente en las mesas de gran parte de los vallisoletanos durante las próximas fiestas, se ha encarecido en el último año el 34%. Si en noviembre de 2020 el kilo de esta tierna carne de ovino se situaba en 11,88 euros por medios o enteros, la pasada semana en el Mercado del Campillo se pagaban 15,92 y con tendencia al alza. Si es de los que prefiere comerse este manjar en chuletillas, ahora tendrá que sacar de la cartera 29,12 euros para llevarse un kilo de estas piezas a casa, 5,5 euros más que hace un año por estas fechas. Y esto solo acaba de empezar.
Los datos los aporta el observatorio municipal de las instalaciones de abastos de la ciudad, que permiten comprobar la evolución del coste de los alimentos perecederos a pie de mostrador y hacerse una idea de cara las celebraciones. La estadística del Ayuntamiento de Valladolid refleja importantes incrementos en los productos más típicos para las comidas o cenas en familia, esos que no forman parte del menú diario.
En el caso de la subida del cordero lechal, se suman dos circunstancias. Según explican los técnicos de la Indicación Geográfica Protegida de Castilla y León, por un lado manda la creciente escasez de animales ante la rebaja en el número de explotaciones ganaderas por falta de relevo y una rentabilidad muy justa para los productores. Y por otro, las actuales circunstancias económicas en las que el precio de la luz y de la logística están incrementando los costes para sacar adelante a estos animales y llevarlos a la tienda.
El solomillo, más barato
Dentro de las carnes, esta subida es la más llamativa, principalmente porque formará parte de la comanda en muchos hogares de la ciudad y la provincia en pocas fechas. En vacuno, por ejemplo, se registran incluso rebajas respecto al pasado año, siempre según los datos de referencia del Campillo. Como ejemplo, el solomillo de ternera, otro clásico de los banquetes especiales. La pasada semana se pagaban 28,41 euros por kilo frente a los 29,47 de noviembre de 2020. El cochinillo o tostón, otra de las piezas de horno con mucho tirón en las mesas de esta comunidad, ha registrado un incremento de su precio en el último año del 20,5% al pasar de los 12,02 euros el kilo a costar 14,50.
A mes y medio de la cena de Nochebuena, el marisco también apunta precios muy potentes con respecto a 2020. Por ejemplo, poner un kilo de langostinos frescos de calibre grande en esa fuente al medio cuesta hoy 49 euros cuando en las mismas fechas del año pasado su precio se situaban en los 31,49 euros, lo que supone un incremento superior al 55%. Las nécoras también se han subido al guindo, de 24,40 euros por kilo a 36. Igual que el centollo que en doce meses ha subido su precio en 6,41 euros para situarse en los 19,90 euros. Al que le gusten los percebes, que se prepare. La pasada semana se pagaba por un kilo del calibre más grande 79 euros frente a los 49,40 de noviembre de 2020. El incremento en 365 días ha sido de casi el 60% y aún no ha comenzado la campaña navideña para llenar las neveras.
De momento, los bogavantes no están llegando a los mostradores del Campillo, por lo que no se puede hacer una comparación. El año pasado se pagaban 33 euros el kilo y es más que probable que estas Navidades ese precio se pueda considerar como un chollo vista la evolución del marisco, según esta tabla facilitada por el Consistorio vallisoletano.
En pescados hay un poco de todo y las fluctuaciones en el precio dependen de cómo hayan ido las campañas de pesca de cada especie. Una de las estrellas es el besugo. El de tamaño medio el miércoles pasado se vendía a 39 euros el kilo, diez más que hace justo un año. La merluza de pincho, por contra, se ha mantenido estable y se paga a poco más de 14 euros, prácticamente lo mismo que el pasado noviembre
Todo indica que los vallisoletanos notarán de manera especial este final de año en sus bolsillos el incremento de los precios, que no solo está afectando a estos manjares de festejo, sino que se está extendiendo a la cesta de compra cotidiana, a la del día a día.
Sin problemas de aprovisionamiento
«No existe ningún problema de aprovisionamiento» en Mercaolid. Lo confirma su gerente, Javier Pastor, que, eso sí, constata una escalada en los precios que viene marcada por el incremento del coste de los insumos de producción, especialmente por el de la electricidad y los combustibles. No obstante, la demanda en el escalón mayorista no se está resintiendo porque en las tiendas el consumo se mantiene. La cadena de distribución y la logística «están funcionando perfectamente» incluso para los productos de importación. Habrá que esperar a los posibles efectos de la huelga de camioneros convocada entre el 20 y el 22 de diciembre.
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