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Indignadas. Las familias de los alumnos del colegio Rafaela María, ubicado en el número cuatro de la calle Fray Luis de León de Valladolid, muestran ... su malestar con la Consejería de Educación después de que este departamento de la Junta denegara la solicitud para que el centro pueda impartir las clases 'on-line' a todos los matriculados hasta que se arregle la calefacción de las instalaciones. Los padres y madres de los estudiantes de centro consideran una falta de sensibilidad por parte de las autoridades este rechazo, «sin argumento alguno», a una petición que buscaba preservar el derecho a la educación y, al mismo tiempo, proteger la salud de los chavales a través de la actividad lectiva virtual.
El pasado lunes la calefacción del colegio dejó de funcionar. Aunque la caldera se encontraba en buenas condiciones, el reventón de una de las tuberías que alimenta los radiadores complicó la reparación.
El 90% de los cerca de 350 alumnos dejaron de asistir a clase porque en el interior del centro la temperatura variaba entre los dos grados de mínima y los siete de máxima. «Nos arriesgábamos a que nuestros hijos se cogieran una pulmonía», explica una portavoz de las familias. Y es que aunque las aulas deben estar ventiladas con las ventanas abiertas por el protocolo contra el coronavirus, la calefacción logra templar bastante la temperatura interior.
Está previsto que los fontaneros puedan arreglar la instalación a principios de esta próxima semana, aunque no se descarta que se vuelvan a producir nuevas averías, dada la antigüedad de algunas de las conducciones. Esa es la razón que llevó al colegio a solicitar esta opción.
Desde la Consejería de Educación justificaron que esta alternativa «no está prevista» porque las clases tienen que ser presenciales. Las mismas fuentes destacaron que todos los centros tienen un plan de contingencia contra la covid-19, preparado para los alumnos que tengan que guardar cuarentena, y se pueden ofrecer las materias y las tareas por Internet, por lo que no cabe autorizar un cambio de modalidad cuando ya existen opciones para continuar con las clases para los alumnos que no asistan al centro educativo. Durante la pasada semana, ha habido aulas sin ningún estudiante o con una escasa presencia de ellos. Los padres y madres de los alumnos consideran que la Junta debería ser más flexible y tener en cuenta este tipo de situaciones para no poner en riesgo la salud de los niños y garantizar su derecho a la enseñanza.
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