Valladolid
El joven que agredió a dos policías volvió a ser detenido cuando abandonaba la comisaríaEl menor, que inicialmente rompió las gafas y el labio a dos agentes, amenazó nuevamente a nacionales cuando iba a quedar en libertad
Iba a quedar en libertad, pero finalmente pasó la noche en dependencias de la Policía Nacional. El menor, que en la madrugada del pasado domingo rompió las gafas y el labio a dos policías locales ... , volvió a ser detenido antes de abandonar la comisaría de Las Delicias. En esta ocasión, por desobediencia a la autoridad y por amenazas al agente que en ese momento se encontraba en los accesos a la comisaría, además de golpear el mobiliario de la entrada. Y todo esto ante el familiar que le fue a recoger para trasladarle al domicilio por el primer arresto de la noche.
Sobre las 3:15 horas de la madrugada de este domingo, la noche de la entrega de los Goya, este menor de 17 años (que en unos ocho meses cumplirá la mayoría de edad) formó parte de una multitudinaria pelea en la puerta de la discoteca Moss, en la calle Ramón Pradera.
Hasta ese punto se trasladaron dos agentes de la Policía Municipal, que mediaron y separaron a varios jóvenes ante el tumultuoso enfrentamiento. A todos menos a este joven, que no depuso su actitud.
Sucesos en Valladolid
Se negó a identificarse (por lo que los agentes no sabían que se trataba de un menor) y se terminó enfrentando a los policías locales después de que estos le solicitaran que cesara su actitud violenta hasta en cinco ocasiones.
Insultos de toda índole
Finalmente, el menor propinó dos puñetazos, uno a cada funcionario, que rompieron el labio de uno y las gafas del otro, mientras pronunciaba amenazas e insultos como «sois unos hijos de puta, os voy a matar, gafotas de mierda, maricona...», según refleja el atestado de la Policía Local.
Tras conseguir inmovilizarle y colocarle los grilletes, no sin antes tirarles al suelo, el menor, ya detenido, fue trasladado a dependencias de la Policía Nacional. Durante el trayecto, el joven no paró de darse de cabezazos con la mampara que divide el habitáculo del coche y la ventanilla de la parte trasera mientras repetía amenazas de muerte.
A la llegada y tras comprobar que se trataba de un menor, la Policía Nacional llamó a su familia. Hasta la comisaría de la calle Gerona se trasladó la pareja de su padre, que recogió al joven.
A la salida, los insultos ante miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad continuaron, con golpes al mobiliario. Al igual que las amenazas. Lo que derivó en la segunda detención, en esta ocasión sin que saliera de las dependencias policiales, donde pasó el resto de la noche.
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