Mandan al hospital por una paliza en Peñafiel a un niño de 14 años

El menor recibió golpes -puñetazos y patadas- en distintas partes de su cuerpo, entre ellas, en la cabeza, en la nuca y en el oído derecho. Fue en este último órgano donde le fue propinado el golpe que le ha causado la lesión más grave, ya que le ha provocado una pérdida de audición de un 60%. Afortunadamente, al producirse el daño en el oído medio, esta pérdida parece que es reversible y que recuperará la plena funcionalidad del oído.

El chaval fue atendido, en un primer momento, en el centro de salud peñafielense, y a continuación derivado a las urgencias del Hospital Clínico de Valladolid, donde se le tuvo que realizar una incisión en el oído afectado para evitar la pérdida de audición, tal y como explican sus padres: «Lo tenía muy inflamado, con un hematoma muy grande, y la han tenido que realizar un corte para que drenaran los coágulos y la sangre... Este martes se le ha realizado en Valladolid una audiometría y el resultado es que ha perdido un 60% de la audición de ese oído derecho», señalan los progenitores, quienes están esperanzados porque la pérdida, según los médicos, es temporal.

Cabeza, piernas, brazos, tórax, espalda -prácticamente todo su cuerpo- fueron objeto de la paliza recibida por el menor, registrando contusiones en todas esas partes citadas «al intentar protegerse y cubrirse de los golpes».

La agresión se produjo mientras se disputaba un partidillo, la típica pachanga entre chavales para pasar el rato. Un lance del juego, sin importancia alguna, hizo que, uno tras otro, los tres presuntos agresores se fueran sumando a la paliza, propinando la lluvia de golpes a la víctima, tal y como relatan los padres del menor que sufrió la agresión. «No sucedió nada» para que se desencadenase disputa alguna, indican, como tampoco tuvieron «contemplaciones» a la hora de pegar a su hijo, con el que «se ensañaron e incluso volvieron a por él, fue todo muy rápido. Hubo cuatro implicados, pero solo tres le agredieron».

Los progenitores han presentado una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil, donde, según les han comentado, no es la primera vez que los que ha pegado a su hijo protagonizan «episodios similares, pero no tan graves como este». Asimismo, señalan que hay otro grupo de jóvenes que hacen lo mismo, por lo que solicitan a las autoridades pertinentes que tomen las medidas oportunas.

«Muchísima gente nos está llamando, apoyando en redes sociales, e insisten en que no lo dejemos así, que sigamos adelante, y que nos apoyan en lo que necesitemos, lo que nos haga falta». «Nos han animado a dar un golpe sobre la mesa» para que esas «dos cuadrillas que no paran de tocar las narices a nuestros hijos» cesen y dejen de comportarse de esta forma. «Nuestro hijo no es el primero, y no queremos que esto vaya a más y le pase a otro chico del pueblo. Que las autoridades competentes tomen medidas, esta ha sido una gota muy importante en el vaso» de la paciencia de muchos padres, recalcan los progenitores del menor que ha sufrido la agresión.