Jesús Julio Carnero, candidato del PP a la Alcaldía de Valladolid

No solo él. Tampoco Alfonso Fernández Mañueco estaba muy por la labor de sacar del Consejo de Gobierno a quien ejerce como consejero de Presidencia y tiene en su mano modular la relación con Vox dentro de ese Consejo, ya que ejerce como presidente de la Comisión de secretarios generales. Sin embargo, la falta de una alternativa suficientemente 'armada' y contundente y la rebelión que se produjo cuando Conrado Íscar puso sobre la mesa el nombre de un independiente, han llevado al partido a optar por la vía más lógica.

Pilar del Olmo, cara del Grupo Municipal en el Ayuntamiento hasta finales del mes pasado, lo dijo meses atrás, cuando anunció que no sería la candidata. «Si el mejor valorado en las encuestas es Jesús Julio Carnero, el candidato debe ser él». Y su vaticinio se ha cumplido.

El propio candidato lo hizo oficial en su perfil de Twitter.

«A propuesta de mi presidente, Alfonso Fernández Mañueco», comenzaba su mensaje. Y es que Génova decidió dejar en manos del PP autonómico la designación de candidatos. Fuentes de la dirección nacional aseguraban este martes que no se iba a intervenir en ningún caso, tampoco en Valladolid, y que sería responsabilidad de las territoriales.

También es cierto que Mañueco tomó las riendas de la decisión semanas atrás, después de que el PP de Valladolid, por boca de su presidente, Conrado Íscar, mostrara que no había ningún candidato claro. «Si así lo ratifican los distintos comités electorales del PP, seré el próximo candidato por mi partido a la Alcaldía de Valladolid», añadía Carnero. «Todo un honor, siempre al servicio de los vallisoletanos», concluía.

Carnero ha sido secretario general en la Junta, consejero de Agricultura y ahora de Presidencia y también presidente de la Diputación de Valladolid. Cargos para los que nunca se ha tenido que enfrentar a unas urnas tan enrevesadas como son las municipales. En unas autonómicas, PP o PSOE tienen garantizados unos puestos «de salida». Es decir, procuradores que es casi imposible que no salgan elegidos en los dos partidos mayoritarios. Para la Diputación, solo con ir en uno de esos puestos de salida en la lista municipal le valía para ser concejal y candidato a presidir la institución provincial. Y es que Carnero ya conoce el Salón de Plenos del Ayuntamiento. Allí estuvo como concejal raso mientras presidía la Diputación, aunque su papel entonces era el de mero espectador y votante de mociones y propuestas, ya que no intervenía.

El nuevo candidato popular fue presidente del PP en Valladolid y eso es algo que abre una nueva vía de incertidumbre a medio plazo. Cuando salió con destino a la Junta y dejó el cargo, su relevo fue Conrado Íscar, cuyo papel en el partido está en entredicho. Como candidato a la Alcaldía de la capital, Carnero recobra fuerza y será el encargado de marcar la línea argumental durante estos meses. Tiene ascendente, además, sobre muchos alcaldes y concejales de la provincia y eso puede crear, de facto, una bicefalia en el partido.