El gerente de Auvasa dimitirá hoy después de permanecer dos años en el puesto
Andrés Bernabé, que retornará a Valencia, reestructuró las líneas, pero no ha zanjado la conflictividad laboral
El gerente de Autobuses Urbanos de Valladolid (Auvasa) comunicará este viernes su decisión de dimitir al frente de la compañía municipal después de permanecer en ... ella poco más de dos años. Andrés Bernabé Rodríguez (Orihuela, 1966) tiene previsto comparecer en el consejo de administración, en donde indicará los motivos de su renuncia.
Esta semana el técnico especialista en transporte público comunicó de manera informal a algunos miembros del comité de empresa que dejaba Auvasa, «sin desvelar los motivos». Bernabé, que fue contratado por el Ayuntamiento en marzo del 2017, después de que fuese seleccionado tras una convocatoria pública realizada por la Concejalía de Movilidad tras el cese del anterior responsable, Fernando de la Cruz, que estuvo 14 años, procedía de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de la ciudad de Valencia.
Su destitución en esta compañía, en la que ejerció como gerente, se produjo tras ser destapado por el equipo municipal vinculado a Podemos el camuflaje de horas extraordinarias de los chóferes. Ello le obligó a buscar un nuevo trabajo mientras se resolvía el recurso que presentó para su readmisión. Los tribunales de Valencia le dieron la razón a finales de 2017, y Bernabé solicitó el reingreso en la EMT, circunstancia que llegó a pactar sin concretar la fecha.
Tras ser seleccionado de entre 36 candidatos que se presentaron, el Consistorio le contrató con un salario de 70.000 euros brutos al año, mientras que su contrato en Valencia alcanzaba los 110.194 euros. «He venido a Valladolid perdiendo dinero, y lo acepté por cuanto el proyecto que me presentó el alcalde Puente de mejorar la movilidad me atraía», llegó a decir. En la EMT la plantilla era de un millar de trabajadores, mientras que en Auvasa alcanza los 450.
Durante sus dos años en Valladolid, Andrés Bernabé ha supervisado no solo el cambio de vehículos de combustión a eléctricos, sino que ha reestructurados la tupida red de líneas en la ciudad que no solo prestan servicio a la capital sino que llega a La Cistérniga, Simancas y al límite de Arroyo. Sin embargo, no ha logrado paralizar, aunque los sindicatos han reconocido el «cambio de talante» respecto a la anterior dirección, las tensiones laborales. Los tribunales y el Serla han tenido que hacer de mediadores ante la falta de acuerdos en asuntos como los calendarios de descansos.
La sección sindical de CSIF, con representación en el comité, reconoció ayer como logro más importante «y casi único» de Bernabé «el llevar a término la reestructuración de las líneas de autobús, sobre la base del Plan Pimusva». En el debe, los sindicatos recuerdan que no se haya logrado firmar el convenio colectivo, que caducó en 2013.
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