Valladolid

La geoda de la plaza León de la Riva se retrasa y su coste se dispara hasta los 914.816 euros

Mientras esto ocurre, el Consistorio ha aprobado esa modificación, que viene acompañada de cambios sustanciales. El más relevante es que el precio de la operación suma 267.410 euros a los 647.406,71 con los que partía el proyecto, cuando se resolvió la adjudicación del contrato de obras en abril de 2023. Los motivos hay que encontrarlos en varias circunstancias, la mayoría a consecuencia del estado del terreno donde se está llevando a cabo la actuación. La solicitud para el modificado del contrato, formulada en diciembre de 2024, apunta a que el subsuelo «no es excavable por métodos manuales o con maquinaria común puesto que han aparecido cimentaciones y escombros». En concreto, los de las naves industriales que antes ocupaban el entorno y que habían permanecido ocultos.

«Durante las obras se han encontrado tuberías metálicas y soleras armadas que obligan a una selección de los materiales y a un rendimiento muy bajo de la mano de obra», continúa la solicitud. También se concreta que la profundidad del firme está por debajo de los 1,60 metros, lo que obliga a incrementar los metros cúbicos de excavación al tener que «rodear» y «demoler» todas las estructuras que habían permanecido ocultas bajo el suelo. «Es un modificado motivado por problemas en el terreno y en la cimentación», lo resume el concejal.

La construcción no ha estado exenta de problemas y durante su ejecución también tuvo que sufrir una serie de circunstancias climatológicas adversas. Esto provocó que se ralentizara el ritmo de los propios trabajos y que se tuvieran que introducir modificaciones en alguna de las actuaciones previstas. «Las circunstancias han obligado a diseñar un sistema de andamiaje y aperos con mayor resistencia a las posibles acciones del viento, con el consiguiente sobrecoste que ello supone», se expone en la solicitud como otro de los condicionantes. Estos nuevos detalles son una especie de esqueleto acoplado en el interior de la estructura, unos tensores destinados a afianzar la geoda y que ya se instalaron hace unas semanas.

«Es una construcción compleja. Ya se tuvo colocar una estructura que la sujetara durante la obra. Después se han vivido varios episodios de fuertes vientos que movieron la estructura, lo que obligó a idear una nueva pieza auxiliar más contundente», concreta Zarandona. El concejal se refiere a algunos episodios como el paso del huracán Kirk, que obligó a los operarios a estabilizar la estructura en el suelo ante un posible riesgo de colapso. En la solicitud se especifica que el soporte vertical no ofrecía «la confianza necesaria» a pesar de estar arriostrado por seis vientos de cable de acero. «Es una justificación más que suficiente para repensar el modelo de montaje en altura y hacerlo más seguro».

Por último, también se menciona que desde la Fundación Municipal de Cultura han pedido dotar a la estructura de una instalación eléctrica permanente que no se contemplaba en el proyecto inicial de las obras. Cabe recordar que el interior de la geoda cuenta con un escenario donde se organizarán diversas actuaciones culturales. En el informe se estima el presupuesto de ejecución por contrata para el modificado en 221.000 euros y se concreta que durante su aprobación no se paralizaría la obra, como ha sucedido. Además, se concreta que los problemas -los del terreno y los de los fenómenos meteorológicos- han surgido durante la ejecución de las obras, mientras que el tercero son circunstancias nuevas y derivadas de las necesidades de la Fundación Municipal de Cultura.

Al final, la modificación del contrato asciende hasta los 267.410 euros. «Debería haber estado rematada en abril, la previsión es que la obra culmine en junio», adelanta el concejal. La cúpula está conformada por 1.200 piezas metálicas, cuyo montaje ha durado seis meses y que se alza sobre un diámetro de 10,41 metros y otros trece de altura. Los operarios retiraron en marzo el soporte interior que sujetaba la estructura y desde entonces se trabaja, sobre el terreno, en rematar el pequeño escenario sobre el lago que rodea la estructura. «El trabajo en taller se centra en las últimas piezas y los espacios que cubrirán la zona del escenario, que contará con lonas», zanja Zarandona.