El acusado, durante su declaración en la Audiencia Provincial este lunes. José Carlos Castillo

Valladolid

La fiscal pide tres años de cárcel a un joven por llevar 10 gramos de cocaína para «consumir con amigos»

El acusado ha reconocido que iba a distribuir la droga entre otras personas con las que iba a acudir a una fiesta de varios días

Jenifer Santarén

Valladolid

Lunes, 27 de octubre 2025, 14:31

Cuando en la mediodía del 21 de noviembre del pasado año, Luis Alfredo J. R. salió de su casa portando casi diez gramos de cocaína ... de «gran pureza» y se topó con una patrulla de agentes de la Policía Nacional, en las inmediaciones de su domicilio en la calle Paloma, en el barrio de Pajarillos, estaba «esperando a unos amigos» con los que iba a irse a una fiesta durante «dos o tres días». Con estos mismos iba a compartir las sustancias halladas durante el cacheo, cuyo valor en el mercado ilícito según la tasación elaborada por un agente de la Policía Nacional en calidad de perito, supera los 2.500 euros.

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Esa ha sido la versión facilitada por el acusado de un delito contra la salud pública por tráfico de sustancias que ocasionan grave daño, juzgado este lunes en la Audiencia Provincial de Valladolid, por el que la Fiscalía pedía inicialmente tres años y medio de cárcel, más una multa de 5.000 euros. Pena que ha sido rebajada en lo relativo a la privación de libertad, al tener en cuenta la atenuante por drogadicción reconocida, solicitando finalmente la acusadora pública tres años de cárcel. Dejando, además, a juicio del tribunal, la aplicación de una segunda atenuante por la «menor entidad» del hecho y de las circunstancias del encausado.

Por su parte los agentes han recordado que el día de la detención lo observaron salir de un portal -que se corresponde con su domicilio- y que al observar que transitaba por la calle sin una dirección clara, «con las manos dentro de los bolsillos» y en actitud «sospechosa», decidieron interceptarlo. Tras intervenir las sustancias, justificó que estas eran «para unos amigos» con los que iba a salir de fiesta. En aquella ocasión, no mencionó el autoconsumo.

Autoconsumo y falta de indicios

Pese a que el acusado, a preguntas de la fiscal, ha reconocido que iba a distribuir la sustancia entre los amigos a los que estaba esperando, la defensa ha solicitado su libre absolución o alternativamente una rebaja sustantiva de la pena que evite su entrada en prisión, al carecer además de antecedentes penales. La letrada ha alegado el reconocimiento de los hechos por parte de su representado, cuya versión ha sido respaldada en parte por uno de los agentes que intervinieron en su detención, en lo relativo a que su presencia en la vía pública se debía a la espera de las personas con las que iba a acudir de fiesta y no a un posible menudeo. Así como el problema de drogadicción, del que ya está en tratamiento y la ausencia de «indicios» de los que se pueda deducir que estaba traficando.

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Las sustancias incautadas tampoco estaban distribuidas en dosis, sino que se trataba de «dos paquetes» con una pureza inusual en el mercado, uno de ellos con un peso neto de 4,8 gramos y una riqueza del 85,3%; y un segundo de 4,94 gramos y una pureza del 83,3%. «Por la cantidad podríamos estar hablando de un autoconsumo», ha defendido la abogada, pues su cliente ha manifestado que consumía «un gramo al día» y que la fiesta se iba a prolongar durante varias jornadas. Tampoco tenía «necesidad» de traficar, pues ha sostenido que tiene un trabajo como reponedor que le proporciona ingresos estables y que los agentes no lo vieron «intercambiar nada».

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