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José María Carreras 'Misu' gana la Liga Nacional del Corte Puro en Valladolid
El cortador de la Vall de Uxó se alza con el triunfo en su primera participación en el concurso | Óscar Calvo fue segundo y Pablo Martín 'Guindi', tercero
El trofeo de ganador de la Liga del Corte Puro ha viajado este año a tierras valencianas, concretamente a la Vall de Uxó, municipio en el que reside José María Carreras 'Misu', un humilde trabajador de una empresa de embalaje que ha sellado su nombre en la historia del corte gracias a su milimétrica manera de medir las embestidas de los novillos.
Eran muchos los aficionados de los tendidos que no habían visto aún cortar a este joven de 23 años formado en la Escuela de Recorte de Castellón, pero a partir de ahora su nombre no se les va a olvidar porque esto no tiene visos de ser flor de un día. Lo que se vio en la Plaza del Paseo Zorrilla se ha repetido en otros lugares de renombre para el corte: 'Misu' ha ganado el campeonato de Europa en Valencia, ha sido el campeón de Fallas y ahora se lleva este importante trofeo lejos de su tierra natal. «De bien pequeño mi sueño era venir a Valladolid y competir con los mejores porque ganar la Liga del Corte Puro es lo más grande para un recortador», aseguraba al acabar el concurso ante la atenta mirada de su madre, Ana Urbán, que no paraba de llorar. «Esto se lleva muy mal», reconocía la sufrida progenitora del ganador.
La emoción no solo alcanzó a la madre del vencedor. Todos los aficionados que siguieron ayer el concurso vivieron un espectáculo trepidante en el que eso, la emoción, emanaba del albero, donde quince hombres pusieron en riesgo su vida con el fin de lograr lo que solo 'Misu' se pudo llevar. Pero el valenciano tuvo que sudar para lograrlo en una final en la que Óscar Calvo, que acabó segundo, y Pablo Martín 'Guindi', que fue tercero, demostraron que se encuentran en un gran momento de forma.
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Los seis mejores cortadores de los quince que participaron se metieron en las dos semifinales previstas en el concurso. En la primera semifinal compitieron Pablo Martín 'Guindi', Eusebio Sacristán 'Use' y José María Carreras 'Misu'. 'Guindi' puso el listón muy alto con su primero, por lo que obligó a 'Use' a ajustar al máximo, tanto que el de Jandilla le golpeó con la pala en la espalda, pero el encontronazo no llegó a romper la estética del corte y la valentía del de La Seca levantó el aplauso de los tendidos. Ya en su segundo corte de la semifinal, el novillo sí que prendió a 'Use', que se llevó un puntazo en el glúteo, pero siguió el concurso como si no hubiera pasado nada, pero sí le había pasado. Tanto, que se encaminó a la enfermería cuando el jurado comunicó que no pasó a la final. 'Misu', por su parte, elevó a la categoría de arte cada uno de sus encuentros con el novillo, con una estética cuidadísima, que le hizo ganarse al público desde el principio.
En la segunda semifinal pugnaron por llegar al último novillo Manuel Gómez, Óscar Calvo y Luis Alberto Vara 'Palomita'. Manuel Gómez empezó la ronda con un corte de mérito. Esperó lo indecible para quedarse quieto en el sitio y pasarse al de Fuente Ymbro muy cerca, cerquísima, pero lo que hizo Óscar Calvo en su tercer corte fue de otro nivel. Esperó a su rival sentado en el estribo y, cuando se arrancó, corrió una decena de pasos para arquearse en el embroque y dejar una imagen preciosa. 'Palomita' no había podido brillar en sus dos primeras intervenciones, pero en las dos últimas se lo puso complicado al jurado, para dejar claro que la segunda semifinal de la Liga del Corte Puro no iba a estar por debajo de la primera.
Y llegó la final. El novillo no lo puso fácil, pero 'Misu' comenzó por el pitón derecho con un ajustado corte. Óscar Calvo vio que había que coger al astado mucho más corto y rebajó las distancias, al igual que 'Guindi'. El dos veces campeón de la Liga del Corte Puro quería demostrar que sigue siendo el mismo y volvió a levantar a los tendidos, mientras que Óscar Calvo demostró que sabe cortar en carrera, en parado y hasta cuando le da el toro. Pero 'Misu' volvió a sacar el calibre, se jugó la pierna y su maestría le permitió lograr su sueño: ser campeón en Valladolid, en la cuna del corte puro.