Valladolid

Emilia Castro Díez, 103 años de vida, amor y fe

A los 23 años, Emilia se casó con Mariano González, un lechero palentino que se trasladó a Arroyo de la Encomienda para trabajar en una lechería. Juntos formaron una larga familia de 5 hijos, 11 nietos y 11 bisnietos, que son su mayor orgullo. Emilia dedicó gran parte de su vida al cuidado de su hogar y de su prole. Sin embargo, una vez que los pequeños crecieron, comenzó a trabajar en distintos restaurantes como pinche de cocina, un trabajo que le encantaba.

A los 73 años se quedó viuda, lo que no le impidió mantenerse muy activa e independiente. «Ha vivido sola en su casa hasta los 102 años. A pesar de su avanzada edad, era ella quien se encargaba de todas las tareas del día a día. Desde hace un año, tras una caída, vive en una residencia», comenta su orgullosa nieta Blanca González.

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A sus 103 años, Emilia es una mujer de una vitalidad sorprendente y que transmite alegría a todos los que la rodean. Disfruta cantando las canciones de su juventud y ha formado parte de distintas corales en Valladolid. Su simpatía y su coquetería la convierten en el centro de atención en cualquier reunión familiar, y uno de sus mayores anhelos es ver casar a sus bisnietos. «El secreto para llegar a los 103 años está en Dios. Yo soy muy creyente en Dios y la Virgen, quienes me amparan y me protegen», cuenta esta veterana al terminar de soplar las velas de su tarta. «Hoy es un día muy grande. Estoy con todos los míos, que me quieren mucho. A lo largo de la vida he sembrado muy buena semilla y ahora la estoy recogiendo en forma de cariño», añade muy dispuesta a seguir disfrutando al máximo de la vida.