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Nunca antes había habido tantos preparativos ante la esperada, y ahora parece que sí, llegada de los coletazos de la borrasca 'Filomena' a Valladolid. Más de doscientos operarios, al margen de policías, bomberos y guardias civiles, trabajan desde ayer por la tarde en las carreteras y calles de la provincia, con especial incidencia en la capital, para intentar minimizar los presumibles efectos del temporal de nieve, viento y frío que a primera hora de la noche de este viernes han comenzado a llegar a suelo vallisoletano. Cerca de medio centenar de máquinas quitanieves (47 repartidas por todo el territorio) están disponibles para entrar en funcionamiento «en cuanto sea necesario», según coinciden en señalar desde todas las administraciones, que atesoran más de ocho mil toneladas de sal y fundentes, que comenzaron a distribuir por las vías y puntos sensibles (centros de salud, hospitales, puentes...) con la caída del sol a media tarde de este viernes. «Hemos movilizado todos los medios disponibles y vamos con todo lo que tenemos para hacer frente a lo que pueda llegar en las mejores condiciones posibles», adelantó el alcalde, Óscar Puente, antes de anunciar que el Ayuntamiento ha acordado suspender los dos mercadillos previstos en la ciudad este fin de semana (Prado de la Magdalena y estadio) y la recogida de basura con el fin, en el caso de esta última medida, «de contar con todos los efectivos disponibles del Servicio de Limpieza para las labores que vayan surgiendo en función de la nevada».
Pero las medidas preventivas servirán de poco si no vienen acompañadas de la prevención por parte de los ciudadanos. «Apelamos a la responsabilidad de todos a la hora de evitar coger el coche este fin de semana y apostar por el transporte público, aunque lo más recomendable sería adelantar las compras –por la jornada del viernes–», apuntó Óscar Puente, quien recomendó a las personas mayores, en especial, que «permanezcan en sus casas para evitar caídas por el hielo». El subdelegado del Gobierno, Emilio Álvarez, ahondó en la importancia de «evitar desplazamientos durante este fin de semana salvo que estén justificados y sean absolutamente necesarios». Y en el mismo sentido se pronunció la diputada del Área de Asistencia y Cooperación a Municipios de la Diputación, Myriam Martín, quien incidió en la importancia de «evitar desplazamientos innecesarios».
Las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) confirmaron que el temporal barrerá este sábado la provincia con nevadas que, ya desde la madrugada, pueden alcanzar los cinco centímetros de espesor en cualquier punto y que vendrán acompañada de una gélida ventisca con rachas sostenidas de viento que superaran los cuarenta kilómetros por hora. Un día de perros que llega después de diez consecutivos con heladas severas en el conjunto de la provincia, con mínimas ancladas en torno a los cinco grados bajo cero, que se esperan que sean aún más bajas, incluso, a partir del lunes, cuando pueden rondar de manera generalizada los -10 grados.
El albergue del paseo de Extremadura, que da cobijo estos días a medio centenar de personas, ampliará su horario estos días de manera excepcional hasta las 12:30 horas –hasta ahora se cerraba a las 8:30– con el fin de que los usuarios eviten las horas de más frío para desplazarse al comedor social, situado a los pies del puente de Adolfo Suárez, a dos kilómetros de distancia, que desde el inicio del año se ha habilitado como centro de día para que dichos usuarios puedan permanecer en sus instalaciones hasta la noche. El albergue, en paralelo, mantiene su horario de apertura habitual de las 22:30 horas.
De manera que no es de extrañar que preocupen especialmente la formación de placas de hielo en las carreteras y que se hayan activado todos los planes de emergencia en este sentido con dispositivos excepcionales en la red viaria, al igual que en las calles de la capital. Aquí estarán disponibles no solo los operarios de los servicios de Limpieza y Jardines sino las plantillas de la Policía Local y los Bomberos, a los que se sumarán tres patrullas de voluntarios de Protección Civil para recorrer las calles e informar de cualquier incidencia. Estas labores las realizarán en paralelo los conductores de los autobuses de Auvasa. «Habrá más vigilancia y se realizarán todas las medidas preventivas posibles para esparcir sal en puntos sensibles como puentes y centros sanitarios, con especial incidencia en Parquesol debido a su particular orografía», apuntó el alcalde, quien anunció que el Ayuntamiento decidió encender este viernes las calefacciones de los colegios para calentarlos de cara a la vuelta a las aulas del lunes, cuando se espera que remita el temporal de nieve –cesará, en principio, la próxima madrugada–, pero al que sucederá una ola de frío mayor que la actual.
«Intentaremos llegar a todos los pueblos en los que sea necesaria la presencia de maquinaria y operarios y desde las seis de la mañana tenemos previsto esparcir setecientas toneladas de sal por las carreteras provinciales», anticipó la diputada provincial Myriam Martín, quien concretó que la Diputación cuenta con cinco máquinas quitanieves y una plantilla de 25 operarios, a los que podrían sumarse más si fuera necesario, dedicados en exclusiva a la conservación de viales.
Las últimas grandes nevadas registradas en la capital tuvieron lugar el 31 de diciembre de 1998 y el 15 de diciembre de 2008. Fueron dos episodios atípicos en una ciudad poco acostumbradas a estos fenómenos meteorológicos que colapsaron literalmente las calles, en especial, en aquella Nochevieja de hace 22 años, en la que hubo atascos, accidentes por el hielo y un sinfín de caídas de luces navideñas y ramas de árboles. La escena, aunque más moderada, se repitió en 2008, cuando Parquesol, sobre todo, se convirtió en una pista de patinaje y hubo pueblos aislados al norte de la provincia.
Y también con todos los medios disponibles se encuentra la red de carreteras del Estado, que cuenta con 21 silos repartidos por la provincia con capacidad para almacenar 5.700 toneladas de sal y salmuera. Más de un centenar de operarios, que disponen de 32 quitanieves, estarán hoy alerta, además de los efectivos de la Guardia Civil y de la DGT, para intentar mantener la seguridad de las principales vías de Valladolid. Un esfuerzo al que se sumarán, aunque con muchos menos kilómetros a su cargo, en torno a medio centenar de operarios de la Junta, que cuenta para estas tareas con seis máquinas quitanieves y un acopio de fundentes de 600 toneladas.
Un despliegue sin precedentes que «servirá de poco», según coinciden en insistir los responsables de las distintas administraciones, si no viene acompañado de la prudencia y el sentido común de los ciudadanos si se cumplen los pronósticos y la borrasca 'Filomena' cubre con un grueso manto blanco el conjunto de la provincia. La Aemet, en este sentido, mantuvo ayer el aviso naranja para el conjunto del territorio vallisoletano ante la previsión de que así sea. Las previsiones apuntan a que estará nevando hasta las primeras horas del domingo, cuando se espera el final de este atípico episodio de nieve, viento y frío. El mercurio ni siquiera superará hoy los cero grados y mañana rondará los tres. Después, ya en la madrugada del lunes, vendrán heladas que podrían hacer descender el mercurio, incluso, por debajo de los diez bajo cero en algunos puntos.
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