Curioseando por Valladolid
El día que 400 patitos de goma surcaron las aguas del EsguevaLa carrera solidaria de las aves de plástico apoya una cita que ya cumple 17 años dentro de la Semana Cultural de Pajarillos
En 2008 las aguas del río Esgueva se tiñeron de limón por primera vez, y desde entonces, lo han hecho cada año con motivo de ... la celebración de la Semana Cultural y Fiestas de Pajarillos. No se trata de ningún brebaje que modifique el color, sino de 400 patitos de plástico que compiten por ver quién llega antes desde el puente del Esgueva en la calle Templarios hasta el paso que cruza a la altura de la calle Cigüeña.
Publicidad
La actividad solidaria se da cita a las orillas del río vallisoletano desde hace 17 años, siendo una de las tradiciones más queridas que completa el cierre de la semana cultural de Pajarillos. Antes de comenzar la competición y que las aves de plástico se lancen al agua, las personas que quieren colaborar apadrinan uno o más patitos de juguete por el valor de un euro cada uno, y a cambio, reciben tantos cupones como patrocinados tengan.
La carrera comienza cuando los nadadores amarillos surcan las aguas desde el puente situado al lado del colegio público Miguel Hernández la corriente los arrastra hasta el de la calle Templarios. Es allí donde una red es la encargada de detener el paseo de los patos para evitar que se cuelen río abajo camino del Pisuerga. Una vez fuera del agua, aquellas personas que lo deseen tienen la posibilidad de canjear sus entradas por ellos y llevárselos a casa.
Apadrinar un patito por un bien común
Con la aportación económica por el apadrinamiento de los patitos de goma se contribuye cada año a financiar un proyecto benéfico. En ediciones anteriores la cantidad recaudada respaldó el programa de bibliotecas en el Sahara o proyectos de integración de la mujer en Marruecos. Este año la iniciativa fue diferente, pues los fondos en esta ocasión fueron para Eavacyl, la Asociación de Enfermedades Autoinmunes y Vasculitis de Castilla y León. Para ello se duplicó la cantidad de aves nadadoras, 800 patos tiñeron el cauce de la Esgueva en Valladolid.
Publicidad
Y es que en un principio, según explicaba María José Larena a este diario en 2015, había dudas de que esta iniciativa se convirtiese en el éxito que es hoy. Cada año decenas de familias esperan ansiosos a orillas del río para no perder detalle de la navegación de los juguetes nadadores. Ese mismo año la organización se decantó por mirar las necesidades del propio barrio. El dinero ayudó a sufragar los gastos de la actividad cotidiana de la Red Pajarillos, la plataforma que engloba a una decena de colectivos sociales de la zona este.
La próxima semana
Desde Curioseando por Valladolid contamos una historia de hace siglos, cuando numerosas cuadrillas de segadores gallegos venían a la provincia de Valladolid en busca de cereal.
3€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión