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David Ruiz en la Gran Muralla China, en Pekín El Norte

Vallisoletanos por el mundo

David Ruiz Rivero: «Vivir en China me ha hecho más fuerte, más independiente y resiliente»

Emigró a Shanghai en 2018 persiguiendo el sueño de triunfar en el fútbol

Laura Negro

Valladolid

Miércoles, 9 de julio 2025, 06:46

Tiene 33 años, nació en Valladolid y lleva más de seis viviendo en Shanghái. David Ruiz Rivero, licenciado en Ciencias de la Actividad Física y ... del Deporte por la UEMC, quiso dejar atrás Barcelona, donde compaginaba entrenamientos con varios empleos, para lanzarse a la aventura de trabajar en el fútbol en China, sin hablar chino y con un nivel de inglés «muy bajo». Hoy, siete años después, trabaja en un colegio internacional de la capital financiera del gigante asiático, y no descarta seguir allí muchos más años. «Todo empezó como una experiencia de vivir fuera, pero ahora Shanghái es como mi segunda casa y me costaría mucho marcharme de aquí», confiesa.

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Reconoce que sus inicios en China no fueron fáciles. Tras terminar la carrera en la UEMC, David cursó un máster de Alto Rendimiento Deportivo en Sevilla, ciudad en la que también obtuvo su licencia de Entrenador de Fútbol UEFA B. Más tarde se trasladó a Barcelona, con la intención de dar sus primeros pasos en el fútbol profesional sacándose el título Avanzado UEFA A. «Allí compaginaba mi trabajo como preparador físico con otros empleos. Estuve descargando cajas de camiones, trabajé en un comedor escolar, incluso en un salón de juegos recreativos. Hacía turnos de lunes a domingo. Vivir en Barcelona no es fácil», reconoce.

El desgaste acumulado y la falta de oportunidades que le hicieran sentirse realizado, le llevaron a plantearse una salida. «En esa época yo tenía un trauma con el inglés. Sabía que si no lo mejoraba, mi mercado profesional se iba a reducir muchísimo. Pensaba que si quería seguir en esta profesión tenía que salir fuera, sí o sí», relata. Fue entonces cuando surgió la oportunidad de ir a Shanghái, una ciudad de la que apenas sabía nada. «Tenía un contacto allí que me habló muy bien de la ciudad, de lo internacional que era. Al principio era solo una opción más, pero lo fui viendo como algo más real. Me animé, también gracias a mi expareja, que fue muy comprensiva», agradece.

Así, en 2018, con 27 años, David hizo las maletas sin saber que esa decisión iba a cambiar su vida para siempre. «La primera semana en Shanghái tenía la sensación de estar dentro de una botella de la que no podía salir. Veía caras muy diferentes, calles abarrotadas, y estaba muy lejos de mi zona de confort», relata. Le costó adaptarse al idioma, a las costumbres y al ritmo de vida. Todo era muy diferente para él, aunque era consciente de que aquellas experiencias le estaban haciendo crecer como persona. «Soy bastante social y activo y pronto empecé a jugar al fútbol y a hacer actividades sociales como running, lo que me permitió hacer amistades. Vivir fuera me ha hecho más fuerte, más independiente y resiliente. He forjado mi personalidad en este tiempo», confiesa.

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Sus datos:

  • Edad: 33 años

  • Lugar de nacimiento: Valladolid

  • Estudió: Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en la UEMC

  • Fecha de partida: 2018

  • Lugar actual de residencia: Shanghai (China)

  • Profesión: Profesor de Educación Física

Sus primeros pasos en China

Sus primeros años en China estuvieron muy ligados al mundo del fútbol. Trabajó como entrenador y preparador físico en proyectos de academias europeas como la del RCD Espanyol, e incluso en el Shanghai Shenhua, uno de los clubes más importantes de la Superliga china. «Esa fue la etapa más feliz de mi vida. Me sentía pleno, trabajando en lo que más me apasiona», reconoce. Sin embargo, en 2022, la burbuja del fútbol chino comenzó a desinflarse. El fútbol pegó un bajón a nivel económico bastante importante y entonces David supo que le tocaba reinventarse.

Actualmente trabaja como profesor de Educación Física en un colegio internacional británico, donde también es jefe de departamento. Imparte Physical Education y Sports Science, dentro del programa BTEC (Formación Profesional británica) para alumnos de 16 a 18 años. «La mayoría de los estudiantes tienen un nivel altísimo de inglés y se preparan para ir a universidades de Reino Unido, Australia, Hong Kong o Estados Unidos. Es un ambiente muy exigente, pero también muy estimulante», comenta este vallisoletano, que ha encontrado en la docencia una nueva vocación.

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David Ruiz entrenando en el Shanghai Shenhua El Norte

En estos años ha tenido tiempo de conocer a fondo Shanghái, sus ritmos, sus peculiaridades y sus contrastes. «Es una ciudad muy internacional, muy abierta, pero sigue teniendo una cultura muy diferente. Al principio me costaba entender cómo se relacionaban, cómo veían las cosas. Pero una vez que entendí su mentalidad, aprendí a respetarla y valorarla», afirma David, quien no olvida sus raíces y su ciudad natal. «Echo de menos poder despertarme un domingo, pasear por cualquier sitio y tomar un café barato. Aquí cuesta 4 euros. También caminar sin rumbo por el paseo Zorrilla, encontrarme con alguien, charlar e ir a tomar algo a media mañana. En ese sentido España es mucho más social», opina. Regresa a la capital del Pisuerga un par de veces al año, en febrero y en verano. «Volver me ayuda a reconectar conmigo mismo, a no perder mi identidad. En la época COVID en China hubo un confinamiento bastante estricto y estuve sin volver durante dos años. Fueron momentos muy duros e incluso afectó un poco a mi personalidad, volviéndome más duro», dice David, quien reconoce que su estancia allí depende totalmente de su vida laboral. «Estar aquí de forma definitiva es complicado porque necesitas un visado de trabajo y un permiso de residencia cada año, salvo que estés casado con una China, pero yo ahora mismo estoy soltero», concluye.

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