Valladolid
Cuatro entornos escolares mejoran su seguridad a tiempo para la vuelta al coleLas zonas han ganado durante el verano más amplitud en las aceras, han perdido plazas de aparcamiento y cuentan con más arbolado
Queda menos de una semana para que los centros escolares vallisoletanos vuelvan a abrir sus aulas. Para algunos alumnos, el entorno que rodea su colegio ... será diferente al que dejaron en junio, cuando se marcharon de vacaciones. Aceras más grandes, más arbolado o menos vehículos aparcados son algunas de las diferencias más notables que detectarán los escolares de algunas zonas de la capital. El objetivo, mejorar la seguridad de los entornos de los colegios y estarán a punto para la vuelta al cole, si bien todavía faltan por hacer algunos últimos remates en alguno de ellos.
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Es la situación en el Cuatro de Marzo, junto al colegio Francisco de Quevedo y la iglesia de San Mateo y Santo Domingo de Guzmán, donde los operarios asfaltaban este martes con la urbanización ya rematada. Últimas pinceladas antes de finalizar. Frente al centro educativo se han eliminado estacionamientos frente a la entrada del patio, con un nuevo y amplio espacio adoquinado que rodea el edificio. Durante la intervención se han perdido ochenta plazas de aparcamiento que se recuperarán en parte una vez finalice la obra, tanto las que rodean el colegio como las existentes en el hasta ahora aparcamiento disuasorio del barrio en la plaza del Doctor Quemada.
Con la intervención rematada, el Cuatro de Marzo dice adiós a más tramos de aceras de brea, mientras que todavía mantiene otros en calles paralelas. Más tajo queda en el entorno del CEIP Tierno Galván, en Parquesol, aunque eso no evita que el avance de las obras ya dé pistas sobre el aspecto definitivo que adquirirá la calle Manuel Silvela. La más relevante es la nueva amplitud de la acera, que gana espacio en un tramo lineal de 120 metros donde se consigue una anchura de 3,30 metros más otros 1,20 metros destinados a una zona verde que separará a peatones de los estacionamientos. Por cierto, que la calle pierde espacio para 17 vehículos. La mayoría de ellos justo delante de la entrada del colegio, donde la acera se amplía desde los 2,45 a los 9,20 metros.
Durante el verano tambien se ha terminado el acceso a un nuevo paso de peatones -todavía sin pintar- que conecta el Parque del Reloj con la misma puerta del centro educativo y donde es habitual que haya mayor aglomeración de escolares. La acera estará a punto para la vuelta al cole, si bien todo apunta a que los operarios mantendrán su presencia durante los primeros compases del curso para rematar. Según la previsión del Ayuntamiento se plantarán seis árboles en la calle y se contará con nuevo mobiliario que ya se observa, aún envuelto, junto al colegio.
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La situación en Parquesol se complica con lo que pasa en la calle paralela, en Ciudad de la Habana, cerrada en sentido entrada al barrio en su cruce con José Garrote Tebar. El corte obliga a los conductores a girar por esta última calle, desde donde pueden volver a hacer lo propio por Manuel Silvela. Desde aquí se ven obligados a tomar el giro por Amadeo Arias o a continuar por Manuel Silvela para llegar hasta Hernando de Acuña, si bien esta posibilidad ha estado restringida de forma puntual por las obras de mejora en el entorno.
Frente a las que todavía están terminando, o que continuarán con los últimos detalles para los primeros compases del curso, también están las que ya han terminado. Sucede por ejemplo en la plaza de San Juan, cuya peatonalización se enmarcaba dentro de los entornos escolares seguros por su cercanía con el colegio San José. La actuación consistió en la eliminación de la calzada, en el tramo de carretera de treinta metros que conectaba con Don Sancho. La nueva zona para los viandantes ya está abierta a falta de pintar al nuevo paso peatonal en la calle de los Reyes, que permanece intacta tras la intervención, y de la instalación de nuevos bancos. La intervención, que en este sentido ya mejora el entorno, se completará con la llegada de la arquería del antiguo claustro del convento de la Merced Descalza, que se conserva en la finca particular de Los Quemadillos, donde todavía permanece intacta.
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Ya tampoco hay gran movimiento en la zona de la plaza de San Miguel, donde durante unas semanas se ha procedido a la modificación de la circulación en el entorno, que todavía no se ha hecho efectiva. Los cambios afectarían en rasgos generales a las vías que rodean las manzanas del hospital y de la Jefatura de la Policía Nacional. En concreto, San Blas también daría acceso a la plaza, desde donde estaría permitida la entrada hacia la calle León. Felipe II pasaría a ser bidireccional, permitiendo el giro hacia San Miguel o la plaza Rosario. El resto de tráfico en la zona permanecería intacto, guardando los mismos sentidos que antes de la intervención. La intervención resta siete plazas de aparcamiento y ya se observan los nuevos alcorques que acogerán más árboles, aún sin plantar.
Las renovaciones en los entornos escolares se relacionan con algunas obras cercanas que pueden condicionar la circulación en momentos puntuales durante el inicio del curso. De esta forma, los conductores deberán tener en cuenta que hasta finales de octubre permanecerá un carril cortado en la Bajada de la Libertad, para los vehículos que circulan desde Fuente Dorada y justo antes del giro en Echegaray. También ha reabierto Leopoldo Cano, que permaneció cerrada a excepción del paso para los vados autorizados. También continúan, si bien sin formar parte de las obras de entornos escolares seguros, la actuación en Paulina Harriet, por la urbanización de la vía en su tramo final, en la salida a San Ildefonso, prevista hasta octubre.
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La actuación consiste en, además de la renovación de las redes de agua y saneamiento, del ensanchamiento de las dos aceras hasta alcanzar una amplitud de entre 2,20 y 2,30 metros, con la consiguiente desaparición de una docena de plazas de aparcamiento. A lo largo de esta semana está previsto que termine la obra en la calle Espíritu Santo, ubicada justo a la entrada del colegio y que también puede funcionar como salida de vehículos hacia el Paseo de Zorrilla. Otro colegio de la ciudad afectado por las obras es Maristas La Inmaculada, por la renovación de la red de abastecimiento en la calle Joaquín Velasco Martín. La intervención, que arrancó en julio, se enmarca en tres fases que avanzan desde el cruce entre la avenida de Miguel Ángel Blanco y la calle Gloria Fuertes, cada fase alcanzará una de las intersecciones. Según la previsión del Ayuntamiento el corte se alargará hasta el 10 de octubre.
Según se informó en su momento, el objetivo de la propuesta busca promover una movilidad segura, sostenible y saludable en estos entornos escolares a través de intervenciones que tratan de calmar el tráfico para conseguir que los vehículos reduzcan la velocidad, ampliar las aceras, eliminar los ruidos, las fuentes de contaminación o reducir aparcamientos motorizados del interior de los centros y en los pasos de peatones del entorno para garantizar la visibilidad de las personas que esperan o se aproximan para cruzar.
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