Borrar
Consulta la portada del periódico en papel
Demolición del edificio Bañuelo. Henar Sastre

El Clínico derriba a 'mordiscos' el edificio Bañuelos para levantar las nuevas consultas

La empresa de excavaciones Erri-Berri demolerá el inmueble que acogía el viejo servicio de Anatomía Patológica y la central térmica durante tres a cuatro meses

Ana Santiago

Valladolid

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Miércoles, 13 de noviembre 2019, 13:01

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Ni con bola de demolición ni con explosivos. Las obras de derribo del edificio Bañuelos que acogía Anatomía Patológica (servicio hacía tiempo trasladado) y la antigua central térmica, en la calle Sanz y Forés, han comenzado ya con una cuidadosa técnica que disminuye ruidos, polvo y molestias. Con maquinaria pesada, que se introdujo en esta calle lateral del Hospital Clínico la noche del lunes, después de las doce para interrumpir lo menos posible el tráfico, y tras la jornada de ayer dedicada a hacer los preparativos de obra y seguridad, la enorme máquina demoledora con una gigantesca pinza excavadora comenzó temprano este miércoles sus labores de derrumbe. A 'mordiscos'. Así trabaja, empujando las paredes como si fueran cartulinas y mordiendo estructuras de suelos y techos como si de turrón se tratara. De forma rápida y efectiva, ante la mirada de los muchos curiosos que pasan por la calle y retratan el momento, trabajan con resultados visibles aunque la labor es mucha porque incluye un volumen a demoler superior a los 19.000 metros cúbicos para el que la empresa navarra Erri-Berri S. L. tendrá un plazo de ejecución de cuatro meses desde su adjudicación; pero podría disminuir algo dicho margen. Adjudicado el trabajo por 427.419,66 euros y tras obtener la licencia de obras municipal a principios del pasado mes, las obras del Clínico se reanudan así tras dos años de parones con esta nueva intervención que permiritá, después, levantar las nuevas consultas externas.

Las labores de derrumbe, acompañadas de un continuo chorro de agua para disminuir el polvo que lógicamente levanta son además, dada la técnica que también se utilizó –esta misma empresa– para tirar abajo el Estadio Calderón de Madrid, son además, dentro de lo que cabe esperar, muy poco ruidosas. La convivencia con la atención hospitalaria, en particular de los pacientes ingresados, y con los vecinos de la zona, así lo exigían.

La última fase de esta demolición, conforme se acerque al inmueble que acoge el IBGM, requerirá una protección especial por parte de los operarios al tener en su tejado fibrocemento. El manejo de amianto, propio de edificios viejos, exige tal protección y contenedores especiales.

La demolición de este inmueble liberará el espacio necesario para construir el edificio de cinco plantas y 16.450 metros cuadrados de superficie, dos galerías de comunicación entre éste y las torres del Clínico, una para pacientes y otra para profesionales, así como un núcleo nuevo de instalaciones y comunicación vertical para todo el ala sur, las 15 plantas, que sumará 1.842 metros cuadrados a la superficie actual. Además se va a actuar sobre la torre sur del hospital, concretamente en su planta baja, en una reforma interior de más de 850 metros cuadrados.

El bloque a diseñar, que se construirá en el lateral que da a la calle Sanz y Forés, tendrá un total de 222 locales, de los cuales 168 serán consultas y 54 espacios técnicos o de apoyo, distribuidas en cuatro plantas, y el sótano será destinado a sala de extracciones. Este tamaño está calculado por las previsiones del plan funcional que calcula un flujo diario de unas 3.000 personas, entre pacientes y familiares.

Está prevista además en la ejecución de las obras una nueva salida del aparcamiento del Clínico por la calle Sanz y Forés, con el objetivo de mejorar los flujos de entrada y salida en horas punta y evitar las aglomeraciones que se producen en la actualidad.

Este nuevo edificio supone una oportunidad para reorganizar también los accesos peatonales, de forma que el intenso flujo matinal a consultas quede fuera del Edificio Torre. Es más, una de las pasarelas de conexión que se van a construir se aprovechará como entrada principal cuando se acometan las obras del nuevo edificio de entrada que cambiará totalmente la fisonomía actual del Clínico.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios