Valladolid
Un batiburrillo de señales para marcar las prohibiciones de paso por la calle CanalDecenas de carteles, en algunos casos con mensajes a mano, jalonan los tramos abiertos y cerrados del entorno de la dársena del Canal de Castilla
Ya no hay tantos mensajes escritos a mano advirtiendo de las prohibiciones de paso como antes de la reapertura parcial en septiembre de la calle ... Canal; pero esta vía mantiene el tipo, desde luego, en lo que a señalización se refiere. Y hay mensajes para todos: peatones, vecinos, conductores e, incluso, dueños de perros. Porque esta vía, aún abierta en su parte inicial, continúa albergando un sinfín de restricciones de paso a lo largo de sus 770 metros de longitud, entre la avenida de Gijón y la carretera de Fuensaldaña, con su tramo final aún cerrado y con los trabajos de reurbanización, que comenzaron en febrero de 2024, aún en marcha y sin visos de concluir a corto plazo.
El catálogo de señales es de lo más variopinto y mantiene sus separadores de plástico (los 'new jersey' rojos y blancos), rotulados a mano con pintura fluorescente, marcando las zonas por las que está 'prohibido el paso' e, incluso, señalizando la 'salida' de un tramo al que solo pueden acceder los vehículos de los trabajadores de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), titular de la calle y responsable de una obra que alcanza ya los veinte meses en curso.
Pero hay más, muchas más. Los conductores, de entrada, se topan en el acceso desde la avenida de Gijón con una señal de plástico acoplada a un poste que advierte de que la calle no tiene salida. De manera que pueden entrar, pero para salir deben hacerlo a la fuerza en sentido contrario. Y después, en el tramo abierto, nada menos que nueve señales acopladas a otras tantas farolas informan de la prohibición de aparcar en una hilera completa de estacionamientos. La imagen es, como mínimo, llamativa si se tiene en cuenta que los postes apenas están separados por seis o siete metros entre sí.
Y la cosa no acaba ahí. Al final de la calle, en el tramo que continúa vetado a peatones y vehículos, la calle se corta con los citados 'new jersey' serigrafiados a mano para advertir (también a viandantes) de que está 'prohibido el paso' desde ese punto hasta la salida (cerrada a cal y canto) a la carretera de Fuensaldaña. Y en este último acceso hay más vallas de obra y una señal convencional que avisa de que está 'prohibido el paso a toda persona ajena a la obra'.
Los viandantes, por su parte, cuentan con más 'new jersey' que les prohíben el paso y, como singularidad, un folio impreso con un mensaje dirigido expresamente a los dueños de perros que frecuentan el entorno: 'No seas cerdo, recoge la caca de tu perro'. Y después se aclara, por si quedaban dudas: 'Esto es una obra, no un parque para perros'. Una obra, en efecto, es. Desde febrero de 2024 está en marcha y no se vislumbra su final.
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