La minuta de un abogado de Valladolid, en los tribunales por excesiva
Un cliente pleiteó contra su exmujer por cuatro bienes matrimoniales en Peñafiel, que fueron tasados en 1,3 millones de euros
La Audiencia Provincial de Valladolid deberá resolver en los próximos días respecto a la querella presentada contra un letrado de la capital, al que ... un cliente de Peñafiel denunció en febrero de este año por los presuntos delitos de estafa y falsedad en documento privado, relacionados con una minuta por su actuación profesional, cuyo importe asciende a 172.000 euros. La reclamación de esta cantidad, que ha quedado en suspenso por parte de dos juzgados de Primera Instancia hasta que la Audiencia resuelva, ha sido objeto además de un informe del Colegio de Abogados de Valladolid que se ha incorporado a la instrucción penal.
Cronología
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2013 El cliente de Peñafiel inicia el proceso de divorcio con su exmujer y el procedimiento de liquidación de gananciales. Ésta debía abonarle 175.000 euros en compensación al quedarse con un edificio de tres plantas y local.
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2014 y 2015 recursos. El abogado denunciado J. L. C. asume la defensa del cliente en cuatro procesos civiles, mientras que la mujer disfrutó de justicia gratuita y no tenía que pagar las costas.
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Denuncia 2018. La minuta que pasó era de 172.000 euros en función de cuantía del pleito que se fijó en 1,3 millones.
Dicho importe tiene su origen en una liquidación de gananciales tras un divorcio efectuado en 2013, y podría ser considerado ajustado a las tablas fijadas por el Colegio de Abogados. Sin embargo, los letrados madrileños del cliente de Peñafiel no solo mantienen que la cuantía es excesiva, por cuanto el bien objeto del pleito civil está tasado por el catastro en unos 148.000 euros, sino porque cuestionan que el «querellado nunca concretó, ni habló de honorarios (...), ni mencionó los costes que las acciones podrían suponer» en los tribunales, uno de los principios deontológicos que marca el Consejo General de la Abogacía.
La intervención de la Audiencia de Valladolid se realiza tras el sobreseimiento libre dictado por el magistrado de Instrucción número 2, que tras analizar la documentación aportada no vio indicios de delito, tanto en el ejercicio profesional del letrado J. L. C. como del importe de la minuta.
El origen de esta reclamación económica arranca cuando el cliente, G. S. P. solicitó a su exmujer la liquidación de un inmueble, situado en la calle Pedraja 24 de Peñafiel, compuesto por tres plantas y un local (unos 400 metros cuadrados). Su expareja debería abonarle 175.000 euros como compensación de los excesos de la adjudicación, y de acuerdo con el reparto realizado por un contador oficial.
Pese a ello, su exmujer, que disfrutó de justicia gratuita, entabló un procedimiento para oponerse, y que fue analizado en el Juzgado de Primera Instancia 2 de Valladolid. Tanto este órgano como la Audiencia Provincial, a la que recurrió el letrado de la mujer, finalmente desestimaron la demanda dando la razón a G. S. Los dos pleitos tramitados en el 2015, los llevó el abogado denunciado que los ganó, al igual que un cuarto procedimiento por 'distracción' del patrimonio que recayó en el Juzgado de Primera Instancia 11.
Según figura en la querella, que analiza la Audiencia, el letrado «instó en todo momento a (G. S.) a litigar contra su exesposa, sin darle importancia a los costes que tales acciones pudieran acarrearle. Nunca se le solicitó provisión de fondos (...) sin que en ningún momento se le hayan girado facturas», que por las distintas tasaciones de costas de los cuatro procedimientos llevó a término el abogado. Las mismas ascendieron a 172.727 euros.
Según la querella, el letrado «conocía sobradamente que los costes derivados de los procesos entablados nunca serían satisfechos por la parte contraria», es decir, su exmujer, puesto que era beneficiaria de justicia gratuita, circunstancia que exime del abono de las costas.
Pero, ¿de dónde surgían los importes para fijarlas? Según el despacho madrileño que defiende al vallisoletano, el letrado de la exmujer «estableció la cuantía del procedimiento en la cantidad de 1.360.487 euros (por la nulidad de partición 615.983 y por nulidad de escrituras 744.504 euros).
Estos importes son calificados como desproporcionados por cuanto la liquidación de gananciales del matrimonio era un merendero en la calle La Panera del Estudio 1, el inmueble de la calle Pedraja 24 de tres plantas (que aparece en la imagen), y un garaje en Peñafiel.
Pese ello, según la defensa de G. S., el abogado que le defendía no impugnó las valoraciones del letrado contrario, como tampoco fijó que el pleito civil debería tramitarse por cuantía indeterminada.
Con estas diferencias en cuanto a los importes de los honorarios profesionales, entre abogado y cliente, a finales del pasado año el letrado denunciado decidió presentar una Jura de Cuentas en los juzgados correspondientes. Se tratan éstos de sendos procedimientos para que G. S. le abone las minutas.
«Unos honorarios que en su conjunto superan el fruto de los pleitos por los que se interpusieron, es decir, que para que consiga el abono de 175.000 euros el demandante ha de abonar la suma de más de 172.000 euros en honorarios, siendo que además a día de hoy ninguna cantidad se ha recuperado por esta parte», dice la querella de G. S.
Tranquilidad del letrado
El abogado denunciado expresó su tranquilidad por la actuación en este caso, sobre el que dijo a su cliente que le cobraría cuando terminase todo. «Luego le di a este señor una solución a la baja de los honorarios, y como no estaba conforme me ha puesto una querella, que se ha archivado. Lo que ocurra en la Audiencia no lo sé». La propuesta pasaría por el abono de unos 100.000 euros, cantidad a la que el cliente se negó también por excesiva, y llegó a ofrecerle 50.000. «Le indiqué que pidiera un crédito hipotecario sobre el edificio y que me fuera pagando poco a poco. Y él me dijo que no pretendía ejecutar porque quería que quedase para sus hijos». Según J. L. C., la denuncia presentada contra él ha interrumpido cualquier solución del caso. Si la Audiencia confirma el archivo del juez instructor, serán los juzgados de Primera Instancia los que determinen (mantengan o reduzcan) el importe de los 172.727 euros.
El Colegio de Abogados informó al juez de que los honorarios eran ajustados
La actuación del letrado que ha sido denunciado ha originado la apertura de un expediente disciplinario por parte del Colegio de Abogados de Valladolid, como consecuencia de las denuncias que presentó el vecino de Peñafiel por el cobro de los honorarios.
El 25 de marzo de este año, la Comisión Deontológica del Colegio acordó incoar dicho expediente de acuerdo al Reglamento de Procedimiento Disciplinario. En el mismo se señala que los cuatro procedimientos judiciales que se entablaron entre G. S. y su exmujer, ésta obtuvo el beneficio de justicia gratuita y fue condenada en costas.
En su respuesta al órgano colegial, J. L. C. rechazó haber infringido el Código Deontológico, asegurando que «la denuncia es un simple chantaje de su antiguo cliente para evitar el pago». Sostuvo en su contestación que «todas sus actuaciones se han realizado a instancia y conocimiento expreso del cliente», y que la denuncia «oculta, con evidente mala fe», que en los procedimientos judiciales no solo intervenía la exmujer sino también los dos hijos del matrimonio.
Respecto a la fijación del importe de la minuta, el abogado denunciado aseguró a la Comisión Deontológica que «en ningún momento indicó a su cliente que la cuantía del procedimiento debía haberse establecido como cuantía indeterminada, resultando ofensivo que se insinué que existió una connivencia entre los letrados para generar mayores honorarios. No pudo existir ninguna connivencia ya que no conocía con anterioridad a F. A.».
Según se recoge en las alegaciones a sus compañeros del Colegio, el abogado denunciado afirma que en la audiencia previa al juicio en el juzgado, por el procedimiento principal, «mostró su queja frente a la cuantía señalada de contrario» (1,3 millones), si bien manifestó que «la misma se encontraba perfectamente cuantificada en la demanda».
Pero el conocimiento del Colegio por estos pleitos y sus honorarios vinieron con anterioridad a la investigación judicial. Paradójicamente, aunque el matrimonio se encontraba enfrentado en los tribunales por sus diferencias, con fecha 9 de marzo de 2018, las dos partes presentaron ante el Colegio de Valladolid una queja frente a sus respectivos abogados, por entender que «habían actuado de manera incorrecta, fijando unas cuantías desproporcionadas con la finalidad de lucrarse indebidamente vía cobro de honorarios». El 1 de abril, la Junta del Colegio consideró que los mismos «eran ajustados y no excesivos en aplicación de la escala sobre la cuantía».
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