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Fue el Boeing 737-800. Llegó desde el aeropuerto de Stansted (Londres). A bordo, 160 viajeros llegaron desde Reino Unido hasta Villanubla, donde se subieron al avión otros 158. El 84% de su capacidad. Así fue el estreno de Ryanair en Valladolid, con un vuelo ... con destino a la capital inglesa, hace ahora más de veinte años. La llegada de la compañía, que este jueves ha anunciado que dejará de operar en Villanubla, primero hasta Reino Unido y semanas después hasta Bruselas, tuvo un impacto directo en el aeropuerto, que dobló sus pasajeros en apenas dos años. Villanubla pasó de acoger 204.732 viajeros en 2002 a 442.218 en 2004. Ya entonces, los responsables de la aerolínea calculaban en 200.000 las personas que se montarían en sus aviones durante su primer año operando en Valladolid.
Y así fue. Desde entonces, los viajeros que se han subido a un vuelo de Ryanair han supuesto para Valladolid casi la mitad de los pasajeros que pasaban por Villanubla. En los momentos de operatividad más altos, cuando despegaban aviones hasta Italia, Bélgica y otros destinos nacionales, los pasajeros que operaban con la aerolínea 'low cost' alcanzaron los 300.000. El contraste se ejemplifica con los datos que Aena maneja para los pasajeros que despegaron o aterrizaron en Villanubla en 2024. Fueron 192.038, un descenso respecto a 2023, cuando se cifraron en 208.923. Los datos globales ni se acercan al mayor pico de la operatividad de la aerolínea 'low cost'. De hecho, el aeropuerto no supera desde 2012 los 300.000 viajeros, precisamente el año en que se cancelaron los vuelos hasta Milán y Alicante, operados por los irlandeses.
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Ahora, Ryanair ha anunciado que dejará de operar en Valladolid a finales de marzo y que suspenderá la venta de billetes en las próximas horas. Lejos queda también el pico máximo de viajeros alcanzado en el aeropuerto vallisoletano, que se cifró en 512.929 en 2007. En aquel entonces Ryanair conectaba Valladolid con Londres, Bruselas y Milán. Y aún queda más lejos esa historia de la compañía con Valladolid, que se inició hace más de veinte años. «Con puntualidad británica, el avión tomaba tierra a las 14:15 horas y los pasajeros bajaban minutos después», recogía la crónica de El Norte el viernes 7 de noviembre de 2003. De esa página destaca también una nota a una columna donde se informa de una nueva frecuencia de dos vuelos diarios de lunes a viernes, entre Valladolid y París. Otra conexión, que ofrecía otra aerolínea, que con el tiempo también desapareció.
Las informaciones sobre la llegada de nuevos vuelos internacionales se acumulaban. La primera que ofreció Ryanair, la de Londres, tuvo una gran acogida entre los vallisoletanos. Días antes de que echara a volar el primer avión, 15.000 pasajeros ya habían reservado con destino a la capital de Reino Unido. El billete podía costar diez euros (si se aprovechaba la oferta inicial), más 26,29 de tasas y gastos. Es decir, que podías estar en Londres por 73,20 euros, pues había que sumar otros 37 euros por la ida y vuelta en tren, ya que el aeropuerto londinense no es está precisamente cerca de la ciudad. La duración del viaje, apenas una hora y diez minutos (contando el cambio de hora londinense), casi como si se coge ahora un tren hasta Madrid.
En esas fechas, la directora de Ryanair en España, Paula Donoghue, hablaba de que Valladolid aparecería anunciada en los periódicos de Londres. También mencionó la posiblidad de expandir las conexiones a otros países, aquellos donde la compañía tiene bases europeas. Eran Irlanda, Bélgica, Alemania, Italia o Suecia. Y sí, Valladolid tuvo conexiones con algunos de estos territorios gracias a Ryanair. La noticia no tardó mucho en darse a conocer. El primer avión hasta Bruselas salió desde Villanubla el 15 de enero de 2004, con una frecuencia diaria. El anuncio se hizo apenas un mes después desde que comenzara a operar el vuelo a Londres. Ese fue el año en que los pasajeros en Villanubla se doblaron respecto a 2002.
Las primeras conexiones estaban marcadas porque los aeropuertos elegidos eran secundarios. Es decir, eran más pequeños y estaban más alejados de los centros urbanos. En el acso de la capital belga, el elegido fue el de Charleroi, a una media hora de Bruselas. Villanubla cerró 2003 con una cifra total de 204.706 pasajeros. En los primeros compases de 2004, las previsiones de Ryanair ya apuntaban a mover 200.000 personas durante todo el año, solo con sus conexiones con Bruselas y Londres. Es decir, aspiraban a doblar la cantidad de pasajeros que pasaban por Villanubla durante sus primeros doce meses operando en Valladolid. Pero la conexión belga no comenzó con buen pie. El primer vuelo tuvo que ser suspendido por la niebla.
Tiempo después se comenzó a barajar la posibilidad de una conexión con Milán, que ya operaba con otra aerolínea desde Valladolid. Y se confirmó, el 14 de diciembre de 2006. La conexión se haría realidad el 2 de marzo de 2007, con cuatro vuelos semanales, y conectaría Villanubla con el aeropuerto de Orio al Serio, situado a 45 kilómetros de la capital de la moda italiana y a cinco kilómetros de Bérgamo. Por aquel entonces, Ryanair ya había transportado a 625.000 pasajeros desde que comenzara a operar en 2003 con Londres. Pero nada es eterno. Ese mismo año, la compañía dejó de ofrecer el vuelo diario a Bruselas, que quedó reducido a tres frecuencias semanales. Antes del principio del fin, se confirmó un nuevo vuelo, esta vez nacional, que enlazó Valladolid con Alicante desde 2009.
Este fue el primero en caer, y no lo hizo solo. En marzo de 2012, la compañía comunicó que suspendía los vuelos a la ciudad alicantina y que haría lo propio con el que llegaba hasta Milán. En su momento, la aerolínea irlandesa alegó motivos comerciales para anular las rutas. También fue en aquellos meses cuando comenzó a operar el servicio hasta Barcelona, uno de los dos únicos que se mantienen activos en Villanubla. Apenas un año después, Ryanair confirmaba que suspendían los vuelos entre Valladolid, Bélgica y Reino Unido. Las dos primeras rutas que ofreció la compañía y que hicieron que los pasajeros en Villanubla pasaran de los 204.732 en 2002 a los 442.218 en 2004.
Se mantuvieron otras conexiones, como la de Lanzarote. Pero con el tiempo, se fueron perdiendo. Ahora, solo quedan activas dos en las que opera Ryanair. Barcelona y Palma. La primera, con tres frecuencias semanales, los miércoles, viernes y domingo. La segunda, que operaba desde primavera, con tres frecuencias semanales en abril y cinco en mayo, como aún refleja la página web de la compañía. Este jueves, Ryanair ha comunicado que dejará de operar en Valladolid (lo que se suma a la marcha de Vueling en 2024). El motivo, «las excesivas tasas de Aena». «Son las más bajas de Europa», defiende la empresa pública. Sea como sea, la compañía 'low cost' irlandesa se despedirá de Villanubla más de dos décadas después de su primer vuelo. Ese que conectaba Valladolid con Londres en una hora. Los únicos vuelos actvos serán los reulares de Binter, con destino a Gran Canaria.
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