Grupo Sada dejará de sacrificar 33.000 pollos diarios en Valladolid

La multinacional holandesa agroalimentaria Nutreco Iberia ha informado de un expediente de empleo, en el que se contempla el cierre de parte de la planta cárnica Sada de Valladolid, que cuenta con 82 trabajadores.

El anuncio de extinción de los contratos fue comunicado el pasado jueves al Comité de empresa de Sada, que al mismo tiempo se enteró también del cese de la actividad de una empresa cooperativa Servicarne, con otros 57 empleados, que también prestaban servicio en el matadero situado en el barrio de Las Villas.

La comunicación de la dirección de Sada Castilla-Galicia cayó como «un jarro de agua fría» entre la plantilla no solo por estar en vísperas de Navidad, sino también, según los representantes sindicales, por estar al máximo de su producción con un sacrificio de 33.000 pollos diarios.

«La empresa nos llamó para decirnos que iba a realizar un despido colectivo, cuyo periodo de negociación comenzará el día 13 de diciembre. Lo único que nos han dicho es que existían causas complicadas y serias», explicó Nieves Muñumer, presidenta del Comité de Sada.

La mala noticia fue comunicada por los representantes al resto de la plantilla, durante una asamblea que se convocó de urgencia el jueves por la noche. Los 82 empleados prestan su actividad en secciones de producción, en un turno de 6 a 14 horas, junto al personal de mantenimiento, expediciones, reparto, y administración.

Fuentes de la empresa han insistido en que la pérdida de empleo no será absoluta, por cuanto las áreas de comercial y administración van a continuar funcionando. El número de trabajadores que se queden en esos puestos está pendiente de la negociación que se abrirá a partir del día 13.

Algunos de los empleados llevan cuarenta años vinculados a esta nave de sacrificio, y la plantilla tiene una media de edad de entre 45 y 55 años.

Respecto a la contrata Servicarne, una cooperativa de trabajo asociado, cuya sede está en Barcelona, su actividad para Sada se desarrollaba en las salas de matanza y despiece de la nave, situada en el Camino de San Adrián, junto a la carretera de Simancas.

«Tras informarles el miércoles, los vigilantes ya no les dejaron pasar a la empresa», explicaron fuentes sindicales. Tanto la plantilla de Sada como la de Servicarne suministraban los pollos limpios o en bandejas que se vendían en supermercados. El abastecimiento se hacía en zonas como la Comunidad de Madrid, Galicía, Asturias, Cantabria, o Castilla y León, donde también compraban las piezas cárnicas pequeños comerciantes. Otra incógnita de este cierre es lo qué pasará con las decenas de proveedores de pollos que entregaban su mercancía en la nave vallisoletana. Como tampoco se conoce el futuro de las empresas auxiliares, transportistas en su mayor parte, que trasladaban el producto cárnico. La multinacional controla también la fábrica de piensos Nanta e Inga Food.