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Concha Velasco, con una vecina en la calle con su nombre.
Solo una de cada doce calles con nombre de persona está dedicada a una mujer en Valladolid

Solo una de cada doce calles con nombre de persona está dedicada a una mujer en Valladolid

El parón urbanístico ha frenado desde el año 2011 la apertura de nuevas vías en la capital

Víctor Vela

Martes, 10 de mayo 2016, 21:47

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No ha habido que pensar mucho en los últimos años para ponerle nombre a las nuevas calles de Valladolid. La crisis de la construcción y el frenazo a la expansión urbanística ha provocado que durante los últimos años no se haya incorporado ni una sola vía al callejero de la ciudad. Atrás queda aquel año 2010 que sumó 43 nuevas calles (vinculadas al trazado de Los Viveros o Industrial Jalón) o el 2011, cuando se añadieron diez, la mayoría en la expansión sur de Parquesol. Desde entonces, solo los cambios obligados por la Ley de Memoria Histórica, que permitieron que Larra, el arzobispo José Delicado, la ciudad de Bilbao o Concha Velasco tuvieran calle en Valladolid. Esta última, junto con la vía dedicada a Juana de Castilla, alimentaron la nomenclatura del callejero femenino.

Y sí, aquí hay discriminación, como se recordó de nuevo durante los actos del Día Internacional de la Mujer. Nina Infante, presidenta del Foro Feminista, rememora que ya en 1992 se alertó de un desequilibrio «que ha crecido en los últimos años, sin que haya habido voluntad de subsanarlo». Porque entiende que el nombre que se elige para las calles tiene su importancia. «Ayudaría a visibilizar el trabajo de muchas mujeres. Valladolid no le ha dedicado calles a científicas, a profesoras de la universidad, apenas a escritoras». Y pone como ejemplo a Beatriz Bernal, una vallisoletana que en el siglo XVI escribió novelas de caballería. «Si tuviera calle, más gente la conocería», concluye Infante.

El repaso al nombre de los 1.845 paseos, plazas, caminos y avenidas que hay en Valladolid permite descubrir que de estos, 447 se han bautizado con el nombre de una persona. Y aquí golean los hombres: son 411 con nombre masculino y solo 36 consagradas a ellas. Y de estas, un tercio son santas. No se han incluido las que aluden a vírgenes (Angustias) como tampoco la de Jesús en hombres, sino en Religión o a personajes de ficción (Dulcinea).

Victoria Soto, concejala de Educación e Igualdad, insiste en que es necesario «reconocer y visualizar» el importante papel que muchas mujeres han tenido en la historia. Por eso, ha adelantado que su concejalía preparará un listado de nombres femeninos para futuras incorporaciones al callejero.

Hay mujeres con méritos suficientes. En la trama pucelana están las reinas (Isabel la Católica, María de Molina), las religiosas (Juana Jugan, Marina Escobar)y también vecinas que fueron familia de promotores de viviendas, como Francisca Quintanilla, Carmen Ferreiro, Catalina Adulce. Durante los últimos años se ha abierto el abanico a actrices (Concha Velasco, Lola Herrera), deportistas (Miriam Blasco) y artistas (la escultora Carmen Tablada, la pintora Elvira Medina). Pero todavía faltan mujeres que hagan compañía en el callejero a Teresa Gil, a la Marquesa de Esquilache, a Santa Clara, Santa María de la Cabeza o a Paulina Harriet.

En otras ciudades

Este techo de cristal no es exclusivo de Valladolid, sino que se produce también en otras ciudades. Valencia decidió hace dos meses paliar este desequilibrio y anunció el bautizo femenino de 36 calles. Además, con un criterio que premia a los personajes locales.Dos mujeres valencianas por cada una de fama nacional. Así, Valencia tiene desde hace apenas unos días las calles Marie Curie, Simone de Beauvoir, María Zambrano o Emilia Pardo Bazán. Ninguna de ellas está en Valladolid. Un ejemplo:el 2 de diciembre de 1988 se eligió a 26 artistas (muchos escritores) para Covaresa. Todo hombres (Camba, Unamuno, Baroja, Machado, Delibes, Valle Inclán). Cero mujeres.

La cuestión no tiene solución en el corto plazo, visto cómo está la construcción. Apenas se conceden licencias. Apenas se abren calles. El año pasado se levantaron tan solo 96 nuevas casas, un número por debajo de las 130 de 2013 y 2014... y muy lejos de las 4.539 que se edificaron en 2004.

La elección de los nombres parte de Alcaldía. El Norte de Castilla ha elaborado un registro del callejero para saber a qué le dedica la ciudad sus calles. El grupo más numeroso es el de personas (447). De ellas, 151 son vallisoletanos y 85 vivieron aquí. Hay mayoría de santos (58) y luego vienen los escritores(56). Los religiosos, curas y arzobispos (39)han tenido fácil acceso a una calle (Padre Claret, Cascajares, Regalado, incluso Vega, por Fray Manuel de Vega). También los profesores universitarios, exalcaldes (Gardoqui, Miguel Íscar, Gutiérrez Semprún...) y exrectores. Pero el callejero además está lleno de aquellas personas propietarias de los terrenos donde se construyeron viviendas (como Magaña, Esquila o Nicasio Pérez). La ciudad le ha dedicado otras calles a comerciantes o industriales, como Miguel de Prado, Gabilondo o Domingo Martínez. Incluso las hay que, por perder el nombre de pila, parecen homenaje a otra cosa, pero en realidad son recuerdo a personas, como la plaza de los Arces (donde vivía una familia con ese apellido), Colmenares (por los hermanos Emilio y Domingo, propietarios de los terrenos), Asunción, Recondo o Caamaño (también promotores o primeros vecinos de estas zonas)o Arribas (por un profesor de Historia y Derecho en la Universidad).

Para esta distribución se han consultado los libros Las calles de Valladolid,de Juan Agapito y Revilla, y Nuestras calles y sus personajes, editado por el Ayuntamiento, además de la sección El callejero, publicada en El Norte por Vicente Presencio Revilla en 2001 y entre 2008 y 2009. La huella vallisoletana en las placas viarias no se nota solo en las personas, sino también en empresas, como Fasa, Coinvasa o El Norte de Castilla. Y hay vías que recuerdan a los profesionales que allí se asentaron en el pasado (Panaderos, Labradores, Cebadería, Relatores, Hostieros).

Después de las personas, Valladolid es especialmente generosa en su callejero con la geografía (425). Hay 170 municipios con calle (la mayoría de Europa; y una docena de ellos, en Santa Ana, ciudades olímpicas), 24 países (aquí domina América, en Arturo Eyries), 75 comarcas... y también una importante relación de términos relacionados con este saber (Levante, Litoral, Bahía, Costa, Estuario). Hallar una estructura en el centro es más complicado, pero a medida que la ciudad se ha extendido y organizado en barrios, también se han agrupado los nombres. Ahí están los más obvios, como Pajarillos, Las Flores, Barrio España o Las Villas. Pero se añaden los monasterios de Villa de Prado, los elementos químicos y metales del polígono de San Cristóbal, los títulos de óperas en Fuente Berrocal, los músicos de Cuatro de Marzo o los montes y montañas de Pinar de Jalón.

Hay calles que son fechas (Dos de Mayo, Doce de Octubre, Veinte de Febrero o del Mundial 82). Hay otras que aluden a la forma de la vía (como Curvada, Elíptica, Circular o Veinte Metros, que era la anchura de la calle en el proyecto). Y muchas que evocan a topónimos o referencias cercanas:como Arco de Ladrillo, Estadio, Cementerio, Estación o Ferrocarril. Las hay que son antiguos pagos de la ciudad, como Argales, Canterac o Linares. Otras que aluden a los conventos de la zona, tal que Capuchinos, Recoletas, Monjas, Merced, Huelgas. Yalguna más que mira a tiempos pasados. Cuenta Agapito y Revilla que la calle León es porque ahí estaba el jardín de fieras de Felipe II, que el lugar en el que estaba el peso público dio nombre a esa vía cercana a la Plaza Mayor y que en la calle Gallegos era donde se reunían los mozos que llegaban de aquella comunidad para segar en San Juan.

Los términos religiosos (Misericordias, Mesías, Serafín, Mártires o Santos)han alimentado buena parte del callejero. En total, en este capítulo se incluyen 102 calles, pero podrían ser más si se añaden las 58 con nombre de santo.

La clasificación del callejero vallisoletano puede fijarse no solo en los nombres, sino también en el tipo de vía. Una mayoría aplastante (casi cuatro de cada cinco, el 79,6%) son calles. Le siguen los caminos (8,18%) y después, las plazas (6,6%).

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