Siembran un parque de Pajarillos de albóndigas envenenadas para perros
El can que ingirió una de las bolas, un bretón, sobrevivió después de ser intervenido en una clínica veterinaria
J. Sanz
Martes, 5 de abril 2016, 09:47
No es la primera vez que los propietarios de perros que frecuentan el parque de la calle Pato encuentran trampas mortales para sus mascotas entre los jardines de esta plazoleta de Pajarillos enclavada entre viviendas, con acceso desde esta vía y las calle Salud y Tórtola, pero nunca hasta ahora se habían localizado tantas como ayer a raíz del envenenamiento de un animal.
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Su dueño alertó de lo ocurrido a los policías locales y estos, al comprobar que el césped estaba sembrado de bolas de carne mezcladas con veneno, avisaron a los operarios de Parques y Jardines, que peinaron la plazoleta y retiraron cerca de dos decenas de estas «albóndigas» letales.
Los hechos ocurrieron a las 23:00 horas del domingo, cuando el dueño de un bretón observó cómo su mascota ingería la carne y comenzaba a vomitar, por lo que alertó a la sala conjunta del 092-091 mientras trasladaba al animal a una clínica veterinaria del polígono de Argales (Huellas) con servicio de atención nocturna. «Atendimos a la mascota a tiempo, justo después de ingerir el veneno, así que le forzamos el vómito un lavado de estómago de urgencia y, aunque creemos que saldrá de esta, seguirá un tratamiento para eliminar posibles restos de la sustancia», explicó ayer el veterinario que realizó la intervención.
Entre tanto, y en el escenario del envenenamiento, los policías locales inspeccionaban la plaza de la calle Pato y localizaban las primeras «albondiguillas» diseminadas por los espacios verdes de un parque en el que, además, están habilitados varios areneros con juegos infantiles. De manera que alertaron a su vez al Servicio de Parques y Jardines y este envió al lugar a un «equipo de urgencia para cribar la zona». Esto ocurrió pasada la medianoche, ya durante la madrugada de ayer, cuando concluyó el rastreo con la localización de cerca de una veintena de «albondiguillas con trozos rojos de veneno mezclados con la carne», según confirmaron fuentes de la Policía Local, que apelaron a la colaboración ciudadana para intentar identificar al cocinero, presumiblemente afincado en este entorno.
Alfileres o cuchillas
«Otras veces nos han avisado de que habían tirado bolas de carne con alfileres o cuchillas en este parque, que ya es una salvajada, pero nunca con veneno», reconocían ayer al mediodía los propietarios que paseaban a sus mascotas por la plaza en cuestión, a a la que dan las ventanas de los bloques de viviendas que la rodean. «Algunos vecinos sí que se han quejado, pero por el tema de las cacas, ya que aquí juegan los niños, pero es una cuestión de recogerlas o de que les multen», reconocen. Las albóndigas envenenadas estarían, además, al alcance tanto de las mascotas como, lo que es peor, de los pequeños.