Los comedores escolares se examinan

Entregaron a profesores y padres del público unas hojas para que escribieran sus preguntas. De entrada, tres coincidían casi término por término. «¿Qué controles lleva a cabo Educación sobre los comedores escolares, las materias primas utilizadas y las empresas adjudicatarias?». Es, desde luego, la primera cuestión que más preocupa a los padres después de que se diera el incidente de los gorgojos aparecidos en un centro de Segovia y otro de León. Es cierto que Aramark, empresa que tiene la concesión en Valladolid, no se vio envuelta en ese asunto, que salpicó a Serunión, pero al final la preocupación se expande. Así que los responsables de Aramark, junto a los responsables de la Dirección Provincial de Educación, brindaron ayer todas las explicaciones posibles sobre el funcionamiento de los comedores escolares en una conferencia en el Aula Magna de la Facultad de Medicina.

«Por un lado hay controles de Sanidad de las muestras testigo que se guardan en los centros en cada uno de los comedores. También hay un control por parte de responsables del comedor de la propia empresa», explicó primero Carmen Villa, secretaria técnica de la Dirección Provincial de Educación.

Alberto Santos, de Aramark, explicó el modo en que se preparan y conservan los alimentos en la llamada línea fría. Se cocinan, se reduce la temperatura rápidamente y se envasan en atmósferas modificadas para que en lugar de permanecer intactos tres días puedan hacerlo hasta tres semanas. «Tenemos termógrafos en todo el proceso y ahora los hemos incorporado a las cámaras de los colegios. Si detectan un aumento de temperatura, por el motivo que sea, se sustituye la comida. Ha habido dos o tres incidencias en Valladolid en lo que va de curso por este motivo», explicó el técnico de la empresa. «En lo que va de trimestre todos los centros de la provincia han pasado por lo menos una vez una inspección de Sanidad, y algunos de ellos, dos veces».

Conferencias como esta se celebran estos días en todas las provincias de Castilla y León. Entran dentro del plan de mejora de los comedores escolares puesto en marcha por la Consejería de Educación. Además de las dudas sobre los controles, tanto los responsables de la Dirección Provincial como los de Aramark tuvieron que responder a las quejas por los menús escolares. «Demasiada pasta», lamentaba la madre de dos niños alérgicos al gluten. «No hay variedad en el pescado, en otras comunidades hay bacalao o lenguado y aquí solo merluza», reclamaba un padre.

«En la Dirección Provincial hay una serie de características dietético nutricionales marcadas por organismos oficiales», fue la respuesta de Educación a ese tipo de dudas.

Aramark aclaró que tiene cuatro cocinas centrales, una de ellas en Valladolid. Dispone de un catálogo de 170 platos y cuenta con cinco mil empleados en toda España que sirven 300.000 comidas diarias. Tanto sus técnicos como los de Educación defendieron el uso de la línea fría en lugar de las cocinas en los colegios al estilo antiguo. «La línea fría es más segura, por ejemplo si hay niños con necesidades especiales, alérgicos o intolerantes a algún producto, hay que ser muy cuidadoso con los utensilios, las áreas de trabajo, etcétera», señalaron.Y al mismo tiempo explicaron que permite tener un control sobre los menús para que sean todo lo equilibrados que se requiere.