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Bomberos revisan el coche donde estuvo encerrada la mujer. :: ALFONSO DURÁN / AGM
ESPAÑA

Patadas por la vida

Un niño vio cómo arrojaba el coche e indicó a la Guardia Civil el lugar exacto del suceso Una mujer logra salvarse tras ser arrojada por su novio al río Segura dentro del maletero de un coche

A. NEGRE

Jueves, 18 de agosto 2011, 02:13

Encarna se dijo a sí misma que no iba a morir, no de esa manera, y puso toda su fuerza en el primer golpe. La emprendió a patadas por la vida. Esta vecina de Molina, treintañera y ligada familiarmente a la pedanía murciana de El Paraje (en el municipio de Alguazas), recibió este martes una paliza presuntamente a manos de su novio, que más tarde -creyéndola muerta- la encerró en el maletero de un BMW para arrojarla al cauce del río Segura. La mujer, a la que cubrió con una especie de lona de plástico, logró zafarse, tras caer el coche al agua, golpeando con las piernas uno de los asientos traseros. Más tarde, rompió un cristal del automóvil, abandonó su cautiverio y escaló la ribera del río. Había salvado la vida.

Los vecinos de El Paraje destacaban ayer el valor de esta mujer, profesora de primaria en la localidad albaceteña de Yeste. Encarna conoció al que hasta el martes era su novio hace cerca de dos años.

Julián, de nacionalidad rumana, era, al parecer, hermano de una chica que trabajó hace tiempo en el bar que el hermano de la víctima regenta en el centro social de la pedanía. Allí surgió una relación que les llevó a compartir una vivienda en el barrio de San Antonio de Molina. No tenían hijos. El detenido tenía un taller de reparación de automóviles en Alguazas y, en ocasiones, ayudaba al hermano de Encarna en el citado establecimiento. «Hace nada en las fiestas estuvo por aquí ayudándoles en el bar», comentaban algunos vecinos, sin dar aún crédito a lo ocurrido.

Con apenas 400 habitantes, en El Paraje no hay hueco para los secretos. Según explicaban ayer algunos residentes, era habitual ver a la pareja por la zona donde cayó el automóvil porque los padres de ella tiene una caseta de campo apenas a 100 metros de allí. La familia evitó ayer hacer declaraciones sobre lo ocurrido. «No estamos en condiciones», explicaron amablemente.

Julián, el presunto autor de este intento de homicidio, fue interrogado ayer por la Guardia Civil, al igual que la propia víctima. En la noche del pasado martes, él mismo reconoció en su llamada al Centro de Coordinación de Emergencias que había acabado -eso creía- con la vida de su novia y la había arrojado en el coche al río. Al parecer, minutos antes había telefoneado al padre de Encarna para alertarle también de lo que había hecho.

Su llamada despertó todas las alertas. Conocer el lugar exacto donde había arrojado el coche era crucial para salvar la vida de la mujer. Cada segundo contaba. Y en ese clima de tensión apareció un niño de 13 años, vecino de El Paraje, que aseguró haber sido testigo de cómo el detenido arrojaba el automóvil e indicó el túnel que se había abierto entre las cañas.

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