Miguel Hernández para jóvenes

En el centenario del nacimiento del poeta Miguel Hernández, la profusión de libros de su obra y sobre su obra y su vida es constante en este 2010. El llamado 'poeta del pueblo' (Orihuela, Alicante, 30 de octubre de 1910 - Alicante, 28 de marzo de 1942) ha sido encuadrado en la generación del 36, aunque mantuvo una mayor proximidad con la generación anterior, por lo que Dámaso Alonso le consideró como «genial epígono de la generación del 27». Uno de esos libros que divulgarán la obra del poeta es una antología dirigida a adolescentes y jóvenes que ha preparado el profesor y escritor palentino Germán Díez Barrio.

Hasta 64 poemas se recogen en la publicación, que se complementa con un estudio inicial de Díez Barrio y una propuesta de actividades para que los estudiantes trabajen en clase. «Con esta antología rindo un merecido homenaje al poeta de Orihuela en el centenario de su nacimiento. Además está considerado por los críticos como un destacadísimo poeta del siglo XX», asegura el escritor palentino.

Germán Díez Barrio agrega que la poesía de Hernández no se dirige a los jóvenes. «Sin embargo, estos pueden hallar en sus poemas temas muy cercanos a ellos, especialmente el amor y la amistad», puntualiza. «En los primeros poemas, muchos de ellos son de intención amorosa, algunos dedicados a su esposa, Josefina Manresa, fuente fundamental de su inspiración poética, y otros, al amor en general. También aparece en esta antología la amistad. Migue Hernández dedicó poemas a sus amigos Ramón Sijé, Pablo Neruda o Vicente Aleixandre», explica el compilador de los textos.

Germán Díez es profesor de un instituto de Valladolid, por lo que su relación con los jóvenes es estrecha. Unos jóvenes que no conocen, en su opinión, a Miguel Hernández, «como tampoco son conocidos otros poetas, salvo Gustavo Adolfo Bécquer y algo Antonio Machado», añade. Sin embargo, de lo poco que conocen los estudiantes a Miguel Hernández, el compilador destaca «aquellos poemas que tienen más ritmo musical, y no digamos nada si van acompañados de las voces de Joan Manuel Serrat, Paco Ibáñez…».

Miguel Hernández es uno de los poetas mayores del siglo XX. La antología reúne textos de los libros 'Perito en lunas', 'El rayo que no cesa', 'El silbo vulnerado', 'Vientos del pueblo', 'El hombre acecha' y 'Cancionero y romancero de ausencias'. Germán Díez destaca que en la producción poética de Hernández se combinan «el arranque popular y el dominio de las técnicas más sabias». «Su poesía aporta frescura, realidad inmediata y comunicación con la vida, y surge de la materia cercana, del barro, de las cosas, de la tierra estercolada, de la huerta, la noria, la naturaleza...», según agrega.

Para el escritor y profesor palentino, el poema más conmovedor del autor alicantino es 'Las nanas de la cebolla', escrito cuando estaba en la cárcel y que dedicó a su hijo. «Su mujer le escribe diciéndole que sólo tiene cebollas para alimentar al hijo de ambos», explica Germán Díez Barrios. Otros poemas que destaca de Miguel Hernández son la conocida 'Elegia a Ramón Sijé' y otro menos conocido que se titula 'Por una senda van los hortelanos', al que puso música Amancio Prada.

22 actividades

Las 22 propuestas de actividades que aparecen en el libro constituyen la principal novedad de esta antología, «ya que pretenden sacar más partido del poeta alicantino». «Son propuestas muy variadas que pretenden enriquecer la lectura poética: organizar una audición con poemas de Miguel Hernández cantados por Serrat, Paco Ibáñez, Víctor Jara, Luis Pastor, Enrique Morente, Manuel Gerena, Alberto Cortez; un recital poético acompañado de música; varias actividades de creación literaria (convertir un poema en caligrama o crear un poema siguiendo un modelo hernandiano); una ruta literaria por los lugares por donde pasó el poeta, desde Orihuela a Madrid, y el peregrinaje por las cárceles, entre ellas la vieja Prisión Provincial de Palencia», según señala Germán Díez Barrio.

Miguel Hernández estuvo preso en la cárcel palentina al finalizar la Guerra Civil, estancia que fue documentada por el historiador y periodista palentino Julián García Torrellas. El poeta llegó a la antigua Prisión Provincial el 23 de septiembre de 1940 desde la cárcel Conde de Toreno de Madrid. Unos meses antes, le fue conmutada la condena a pena de muerte por la de reclusión de treinta años por la vinculación del poeta al ejército de la República durante la Guerra Civil.

Miguel Hernández permaneció en la cárcel palentina hasta el 24 de noviembre de 1940, día en el que fue trasladado a la de Ocaña, y de allí a la Alicante, donde falleció.