COAG impulsa con 110.000 firmas la declaración de la apicultura como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad

Además, doce uniones regionales de COAG pidieron apoyo institucional a sus respectivas autonomías. En concreto, COAG Castilla y León y Reina Kilama Sociedad Cooperativa, presentaron ante la Dirección General de Patrimonio Cultural, dependiente de la Consejería de Cultura de la Junta, un informe «en función del cual se solicita la consideración de la apicultura como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad». Castilla y León es una de las principales potencias apícolas nacionales y alberga al 17% de las explotaciones de toda España.

La organización sostiene que la apicultura es un oficio «milenario imprescindible para nuestros ecosistemas naturales y agrarios y está en una situación límite». «Según el Parlamento Europeo, el 76% de la producción de alimentos y el 84% de las especies de plantas dependen de la polinización que realizan las abejas».

«Es necesario que las administraciones reconozcan el valioso trabajo (empleo verde) que desempeñan los apicultores, convirtiendo su oficio en un servicio medioambiental imprescindible», dijo Lorenzo Rivera, coordinador de COAG.

«En España el beneficio en polinización, sólo en el sector agrario, se estima que supera los 4.000 millones de euros anuales. En todo el mundo ese beneficio se estima que superaría los 153.000 millones de euros al año. Los productos apícolas pueden importarse de cualquier parte del mundo, hundiendo la economía de nuestros productores, pero no la polinización de nuestros ecosistemas, por eso cada vez que consumimos miel de nuestros productores estamos ayudando a la polinización de nuestros ecosistemas», expuso.

Asaja alerta de «alta mortandad»

Por su parte, Asaja Salamanca advirtió sobre la «alta mortandad» de las abejas debido a patologías como la varroosis, producida por el ácaro varroa destructor. En el Día Mundial de las abejas, el 20 de mayo, la organización agraria solicitó que se destinen «más fondos para investigación» con el objeto de conseguir tratamientos «verdaderamente eficaces» contra este parásito, causante del 30% de las bajas de una colmena, en términos generales.

De hecho, según la organización, el propio Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) alertó mediante uno de sus estudios de vigilancia la «situación endémica de varroa, habiéndose registrado un aumento significativo en el número de parasitaciones moderadas a muy graves».

A este «grave problema» que sufren los apicultores, se le suman otros como las temperaturas tan elevadas de los últimos días, que están impidiendo una floración adecuada al secarse «repentinamente», lo que se traducirá en «importantes pérdidas» en la cría de abejas y, por consiguiente, en la producción de miel y polen, según apuntó Asaja. Los profesionales salmantinos, además, continúan con «dificultades» en la trashumancia por ordenanzas municipales que impiden «de forma ilícita» la actividad en provincias como Zamora, León o Palencia.

Asaja recordó que Salamanca ocupa un lugar destacado dentro de la producción nacional de miel. La provincia cuenta con 253.364 colmenas, es decir, más de la mitad de Castilla y León, cuyo total asciende a 441.509. La Comunidad es la tercera, tras Extremadura y Andalucía, del conjunto español, que suma 2.992.974.

En cuanto a producción, Salamanca aglutinó, en la campaña de 2020, 2.027 toneladas de miel; Castilla y León, 4.071, y España alcanzó las 30.513. La Comunidad es la segunda productora de miel tras Andalucía, que asciende a 6.570 toneradas, según los datos oficiales del MAPA.