Arranca la vendimia en la D.O. Rueda con entre 5.000 y 6.000 kilos de uva por hectárea

Lo que tendrá que esperar un poco más, al menos de una semana, será la vendimia de la uva verdeja que en estos momentos no tiene el grado de madurez optimo. «Alguna parcela joven que tenga pocos kilos a lo mejor se adelanta y puede ser vendimiada antes con el Sauvignon Blanc, el Viognier y el Chardonnay ya que de manera habitual se suele enlazar el verdejo ya maduro con otras variedades, pero en general la verdejo tendrá que espera aún» aseguró Diez Íscar que augura una «buena calidad» y destaca que «sanitariamente (haciendo referencia al estado de las parcelas y de las uvas) todo esta perfecto ya que la sequía ha ayudado a ello».

Respecto a la cantidad de kilos que podrán tener esta vendimia, desde la D.O.Rueda concretan que no tienen por el momento una previsión en cifras. En total esta denominación tiene 20.611,05 hectáreas de las que 20.193,70 son de producción de blancos y 1.659 viticultores.

Respecto a las precipitaciones en forma de lluvia que están pronosticadas desde la Agencia Estatal de Meteorología desde hoy y hasta el próximo viernes, desde la D.O. Rueda concretan que «el tiempo ha acompañado hasta hoy (por ayer) pero hasta que no lleguen y pasen las lluvias no podremos tener una previsión». Para algunos viticultores estas lluvias podrían ser buenas ya que la uva engordaría, pero para las bodegas con producción propia podría suponer un problema como explicó el enólogo de la Bodega Menada que ayer a las tres de la madrugada dieron inicio su 201 vendimia de las variedades Sauvignon Blanc y Viognier.

La añada climática para Menade fue calificada como «complicada» ya que la primavera ha sido muy lluviosa, ha habido corrimientos durante la floración (flores que no llegan a fecundarse o no cuajan), heladas tardías, varias granizadas y el verano, a pesar de las olas de calor, está siendo fresco. Todo ello conllevará una producción «algo justa, aunque en Menade siempre acotamos los rendimientos a unos 5.000 o 6.000 kilos por hectárea para obtener uva de más calidad», explicó el responsable de viticultura, Marco Sanz, que concretó que a pesar de las dificultades las perspectivas son buenas ya que, en años frescos, como el presente, «los vinos suelen ser más finos y elegantes, suelen presentar una mayor paleta aromática y, debido a una mayor acidez, tienen más capacidad de guarda». El verano no está siendo tan caluroso como otros años y, aunque el tiempo de los próximos días será clave, en Menade prevén que la vendimia de la uva verdejo empezará la semana que viene, más tarde que años anteriores.

Otra de las bodegas de la D.O.Rueda que arrancó con el proceso de vendimia el pasado viernes con Sauvignon Blanc fue Caserío de Dueñas, propiedad de Entrecanales Domecq e Hijos, dirigida por la Master of Wine Almudena Alberca, que realiza buena parte de este proceso de manera nocturna ya que «trabajar con las temperaturas más bajas del día disminuye, en gran medida, el riesgo de oxidación de las uvas, así como también preservar el punto de maduración de la uva para asegurar la calidad deseada».

El viñedo de Caserío de Dueñas ocupa casi 300 hectáreas, de las cuales 200 están dedicadas a variedades blancas. La antigüedad del viñedo, con 20 años de historia, hace que las características de la uva se asemejen a las de los viñedos viejos, cuya producción es menor, pero más equilibrada y concentrada. En cuanto a los rendimientos de la cosecha, la directora enológica de la bodega, Almudena Alberca, concretó que «se espera que los de la variedad Sauvignon Blanc sean bajos y los del verdejo algo inferior al año pasado, una cosecha marcada por unas condiciones climatológicas adversas».

Pese a que los últimos días son clave para determinar las características finales de la cosecha 2021, se han producido una serie de factores decisivos que incidirán en la calidad de esta. Este año la mayor parte de las precipitaciones se han ocasionado a finales de mayo y principios de junio, más tarde que en 2020.

Han caído en forma de tormentas intensas, acompañadas de granizo y una mayor presión de enfermedades debido a la humedad alta. Así mismo, ha habido también fuertes vientos y un bajo cuajado de las flores, provocando un menor rendimiento final en las viñas. Por otro lado, las bajas temperaturas en verano han favorecido la lenta maduración y la mayor complejidad de aromas y sabores en las uvas, además de preservar una mejor acidez. A pesar de estos inconvenientes desde Casería de Dueñas están convencidos de que «contamos con una cosecha de máxima calidad y gran potencial».