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Del restaurante a tu puerta, en un robot. Esa es la idea que maneja la empresa catalana Glovo para enviar los pedidos que pidan los usuarios de esta aplicación. Primero, quieren probar la iniciativa en Madrid, a partir de 2022, con estos robots, o vehículos autónomos de reparto, los primeros de la compañía. Según informa la propia entidad, estos son autónomos, eléctricos y de reducidas dimensiones. En concreto, de 80 centímetros de alto por 80 de largo y 40 de ancho, con un peso de 40 kilogramos. Circulará a una velocidad de cinco kilómetros por hora y solo operará en zonas peatonales, con un radio de acción de un kilómetro.
Los pedidos se seguirán haciendo de la forma habitual. Además, el usuario podrá seguirlo a través de la propia aplicación. Cuando el robot llegue a la puerta, el cliente recibirá una notificación y podrá salir a recoger su compra. No se ha especificado el sistema para que el robot pueda acceder al interior de una vivienda. Lo más probable es que el cliente deba ir hasta el portal para poder recoger su pedido. A simple vista el robot no parece preparado para poder abrir puertas y subir a un ascensor y parece que el usuario recibirá un código para poder abrir el compartimento del vehículo y así poder recoger el pedido.
Durante el primer mes de esta prueba, los robots irán acompañados de una persona que comprobará el servicio, las entregas y recogerá las opiniones de los usuarios sobre esta nueva experiencia. La prueba comenzará en el barrio de Salamanca de Madrid, que será el primer campo de pruebas de una iniciativa que recuerda a otras lanzadas también por compañías de reparto como Amazon.
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