Argüello critica las «respuestas 'low cost'» en el «combate espiritual por la justicia y la paz»

Ese tipo de respuestas «'low cost'», afirmó, son las que «el mundo quiere como lavadora y ajuste de sus basuras y desajustes, sin cuestionar el poder establecido». Frente a esto, el arzobispo invitó a los sacerdotes y católicos a «ofrecer una propuesta de vida superadora del relativismo ético, del individualismo compasivo y de tantos enfrentamientos identitarios». Y todo ello, aseguró, para «extender el reino de la verdad, la justicia y la paz, con el ejercicio de la caridad social y política».

Argüello presidió en la seo vallisoletana la misa crismal de Jueves Santo, que congregó a numerosos fieles y también a religiosos y a los sacerdotes de la diócesis, a quienes insistió en «vivir la caridad, esa nueva y sorprendente forma de amar que rompe la lógica mercantil de la correspondencia».

Así, en un mundo en el que dijo «no hay crisis de llamada –sería una blasfemia pensar que Dios ya no llama– sino de respuestas», el presidente de la Conferencia Episcopal animó a los católicos a ejercer su labor como misioneros.

«Hemos sido enviados a proclamar a los cautivos la libertad y a los ciegos, la vista;a poner en libertad a los oprimidos y anunciar el evangelio de la gracia». Y eso, subrayó Argüello, ante un concepto de libertad que en ocasiones parte de falsas premisas. «Es necesario descubrir las antiguas y nuevas cadenas que privan de libertad» y, a continuación, recordó que «si la libertad no se fundamenta en la verdad y no se orienta al amor y al bien, se desorienta y es fácilmente manipulable por propuestas tentadoras que esclavizan».

«Cuando la libertad se desvincula de la verdad y del bien, se tambalea y suele equivocarse», añadió Argüello, quien aprovechó su discurso ante los fieles para insistir en las llamadas a atender «a mayores, solos o enfermos», «alentar la vida asociada y comunitaria» y «proponer unos a otros la vida como vocación».

El mensaje de Argüello se extendió por la catedral en uno de los actos religiosos más importantes de la Semana Santa, con el templo lleno de fieles enfundados en abrigos (hacía frío en el interior de la seo), turistas y curiosos en los pasillos del templo y muchos paraguas listos para abrirse ante la lluvía que caía en el exterior.