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Velas y silencio acompañan a la Quinta Angustia
Los cofrades del Santo Sepulcro portan la imagen de la Virgen el casco más antiguo de la ciuda para penitencia junto la Catedral
Dos procesiones de madrugada ofrece la Semana Santa de Palencia, la de la Quinta Angustia, que se vivió anoche, y la del Silencio, que recorrerá ... a oscuras el barrio de San Pablo poco antes del amanecer del Viernes Santo.
Se trata de dos desfiles penitenciales muy diferentes, uno ofrecido al dolor de la Madre y el otro al sufrimiento del Hijo, y mientras en el primero la luz es uno de los elementos esenciales, en la procesión del Silencio que organizan los hermanos de Jesús Nazareno, la oscuridad preside todo el recorrido.
Sin embargo, en ambas es primordial el silencio de los cofrades que participan. A las puertas de la capilla del Santo Sepulcro, el hermano mayor tomaba la palabra para solicitar a los penitentes promesa de silencio durante todo el recorrido. Pequeños cuadros de las cofradías invitadas, sin vara, al tratarse de un desfile de madrugada, acompañaban a los hermanos del Sepulcro, que, en multitud, con gran presencia de niños a pesar de la tardía hora, poblaban las hileras de penitencia.
Y con el blanco inmaculado de sus hábitos, sin el capirote, decenas de cofrades del Sepulcro se apretaban bajo las andas para cargar a hombros la imagen de la Virgen de la Quinta Angustia, que iniciaba un recorrido silencioso por la zona más histórica de Palencia, con una parada especial en el ábside de la Catedral, para la celebración de un acto penitencial.
El silencio solo roto por el toque uniforme de un tambor que marcaba el paso de los cargadores y los acompañantes, cientos de personas en algunos momentos, algunas decenas en otros, iluminando la noche con las pequeñas velas que los cofrades del Sepulcro habían distribuido a las puertas de su capilla y también en algún otro punto del recorrido.
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