Trabajo dirá si el centro covid de Padre Claret cumple la normativa de salud laboral o cierra
Una denuncia ante la Inspección revela que «no hay vestuarios ni duchas» y la gerencia afirma que las carencias se van a subsanar
Los propios profesionales habían avisado de que el centro urbano de atención específica a posibles casos de coronavirus, en funcionamiento desde el pasado 11 de ... enero no sin polémica por la oposición vecinal, no contaba con todas las bendiciones propias de unas instalaciones sanitarias de estas características. Las dependencias habilitadas en un bajo de la avenida Padre Claret, frente al antiguo parque de bomberos de la ciudad, presentaban carencias que la Gerencia de Asistencia Sanitaria y que la Junta de Castilla y León se han comprometido a suplir. Pero camino del mes abierto, y con una notable carga de trabajo por el embate de la pandemia durante el mes de enero, que hizo incluso que tuviera que ampliar su horario de atención, hay deficiencias que no se han subsanado. Así lo han indicado delegados de prevención y de salud laboral que a finales de la semana pasada realizaron una visita al centro covid para comprobar 'in situ' las carencias que habían llegado a sus manos.
Una vez constatadas las quejas sobre el terreno que se les había hecho llegar, la decisión que han tomado ha sido la de poner el asunto en manos de la Inspección de Trabajo, que es la que «tendrá la última palabra» sobre si las instalaciones asistenciales del centro urbano de atención covid son las adecuadas, correctas y cumplen con la normativa que rige en materia de prevención de riesgos y salud laboral, o, por el contrario, las irregularidades acarrean el cierre hasta que se solventen las carencias observadas. La documentación con esas supuestas infracciones detectadas por los delegados del sindicato de Enfermería Satse, de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) y de Comisiones Obreras (CC OO) ya han sido entregadas a la Inspección de Trabajo para que inicie la pertinente investigación de las condiciones que reúne el local, junto a la denuncia por lo que las citadas organizaciones consideran un incumplimiento de la regulación vigente sobre salud laboral aplicada a este tipo de centros específicos.
Compromiso de mejoras
Por su parte, la Gerencia de Asistencia Sanitaria de Segovia, ha asegurado que está previsto completar las dotaciones necesarias y requeridas que faltan. En este sentido, una vez conocida la denuncia ante Trabajo, fuentes de la gestión de la sanidad pública provincial han justificado que «es normal que tras iniciar una nueva actividad se acometan, de acuerdo con los profesionales, mejoras cuya necesidad se pone de manifiesto en la utilización del día a día». Sin embargo, la delegada de prevención de riesgos de Satse y secretaria provincial del sindicato profesional de enfermería, Miriam Rubio, opina que «no tiene sentido que se ponga a funcionar un servicio de este tipo, que lleva aparejado un riesgo biológico, sin cumplir toda la normativa, tanto por los trabajadores como por los propios usuarios».
En la lista de deficiencias adjuntadas a la denuncia interpuesta ante la Inspección de Trabajo, figuran, por ejemplo, que el centro covid ni duchas», cita Rubio. La Gerencia de Asistencia Sanitaria que dirige Jorge Elizaga hace hincapié en que se van a solventar ambas carencias. Así, «dado el reparto de espacios actual y la carga de trabajo, se ha decidido dedicar una sala, que actualmente funcionaba como consulta, a vestuario exclusivo de los profesionales», confirman los responsables sanitarios. En cuanto al equipamiento de una ducha para que los equipos «no se lleven los bichos a casa», como denuncia la delegada representante Satse, la administración también asevera que se va a instalar una.
Más posibles irregularidades detectadas. «No hay una ventilación natural, salvo en una de las salas que da a la calle», critica la parte de denunciante, que además puedo comprobar en su visita la «existencia de una pequeña rejilla en el techo que, justo cuando se hizo la inspección, no funcionaba y que es la que debe encargarse de extraer el aire», cuentan los portavoces sindicales. En este sentido, se quejan en su escrito presentado a Trabajo que «solo hay un medidor de dióxido de carbono (CO2) para todas las salas». Además, Rubio expone que cuando la concentración supera las 350-400 partes por millón de moléculas, hay que airear el espacio. Por la propia dinámica del centro, «a media mañana se pueden alcanzar las 1.000 partes, lo que obliga a parar la actividad para ventilar».
Cabe recordar que el centro cuenta con una superficie total de 200 metros cuadrados y dispone de una entrada única separada del resto de portales ubicados en el tramo de la avenida Padre Claret donde se ha emplazado y centralizado la atención en el casco urbano de la capital de casos sospechosos de infección por coronavirus, una vez agotado el acuerdo firmado el año pasado con el hotel Acueducto, que hizo estas mismas funciones. El centro consta de cinco consultas, atendidas por tres médicos y dos enfermeras.
«Faltan lavabos»
Otra de las deficiencias halladas en la visita es que «faltan lavabos». Ante esta queja, la Gerencia de Asistencia Sanitaria contrapone que el «equipamiento inicial del centro dotó de lavamanos-lavabos a todos los despachos en los que se lleva a cabo la toma de muestras y en la actualidad se va a extender esta dotación y van a instalarse lavamanos en el resto de dependencias».
Los responsables de la administración sanitaria en la provincia añaden que «los permisos y documentación están todos solicitados en el Ayuntamiento», en referencia a lo que manifestado por la alcaldesa poco después de abrir el centro sobre su puesta en marcha, la cual se produjo gracias a una declaración responsable de la Junta que consiguió la autorización municipal. La gerencia apostilla que, antes de que las instalaciones entraran en funcionamiento, el Servicio Territorial de Sanidad «dio su autorización para la apertura».
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