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Vecinos de municipios que recorre la carretera N-110 en la provincia de Segovia han iniciado una campaña de recogida de firmar para reclamar que ... transporte público también tenga en cuenta a estas localidades en sus recorridos. Y es que los afectados se quejan de que «no podemos hacer una vida normal como ir al Hospital General, a la farmacia, acudir a actos culturales, hacer gestiones o ir al mercadillo para hacer la compra», lamenta Juan Carlos González, residente en Siguero. También se sienten damnificados los habitantes de Santo Tomé del Puerto, Matabuena, Casla o Prádena, entre otros núcleos de esta zona del nordeste, una de las comarcas que más ha acusado en los últimos años el azote de la despoblación, el envejecimiento de sus padrones y la sangría demográfica.
«Desde Santo Tomé del Puerto hasta Segovia prácticamente estamos aislados», pone de relieve este vecino, uno de los que ha suscrito la demanda que hacen a la Junta de Castilla y León, que es la administración competente para que estos lugares puedan estar conectados con la capital. La iniciativa emprendida para recabar apoyos a la causa pretende «generar una toma de conciencia y sensibilizar» sobre esta carencia de servicios que limita la movilidad de quienes viven en estas localidades.
«Es necesario que el Gobierno regional se plantee un plan para implantar una línea de autobús o que mejore el transporte a la demanda» en este entorno rural. González pide que sea una prestación pública y no depender de los medios particulares para desplazarse. «Si no es con coche, no puedes salir de estos pueblos», añade al calificar la situación que padecen los municipios de este tramo de la N-110 como de «desigualdad» con respecto a otras poblaciones.
«Por si fuera poco, tampoco podemos conectarnos con la línea de autobuses de la A-1 que nos permitiría ir a Aranda de Duero, San Esteban de Gormaz o a Madrid», amplía su queja el vecino de Siguero, que no acota las restricciones que sufren a los enlaces con Segovia. Juan Carlos González explica que a día de hoy, lo que hacen los residentes que necesitan desplazarse a algunos de estos destinos es «buscarse la vida». Por ejemplo, el trayecto en transporte público para recibir asistencia sanitaria en el centro de salud de referencia de la zona básica de Navafría «es imposible».
Juan Carlos González
Vecino de Siguero
La población que está «aislada» por carecer de conexiones por autobús con Segovia es de unas 2.000 personas que residen en la temporada que va desde el mes de noviembre hasta mayo. Con la primavera intuyendo el verano, la población flotante hace crecer los censos hasta duplicarlos e incluso triplicarlos en la época vacacional de verano, que incluye septiembre. Los mayores que acuden a estas localidades para pasar ese periodo de más bonanza meteorológica «no tienen coche». «Les traen sus hijos y tienen que esperar hasta el fin de semana para que vengan y les lleven donde necesiten», relata Juan Carlos González.
Aunque es la Junta la que tiene las competencias en transporte, también hace un llamamiento a las instituciones locales y provinciales para que muevan ficha y «luchen» por dotar a estas poblaciones de un servicio público de autobuses que garantice la cobertura de «una necesidad básica de las personas como es la movilidad de los ciudadanos que vivimos en los pueblos». En este caso, los que salpican el recorrido de la N-110 por esta zona del nordeste de Segovia.
En opinión de los firmantes, la disponibilidad de un transporte regular «favorecería la creación de empleos al generar una mayor demanda de servicios y, con ello, frenaríamos la despoblación en la zona e impulsaríamos su rejuvenecimiento, además de contribuir a la sostenibilidad medioambiental».
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