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Iván y Miriam, en la boda de unos amigos. El Norte
Coronavirus en Segovia: «No quiero una boda con gente con mascarillas o sin besos»

«No quiero una boda con gente con mascarillas o sin besos»

Miriam Pérez e Iván Díez, una pareja de segovianos que tenían fecha para casarse en junio, han decidido aplazarla a 2021

Quique Yuste

Segovia

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Lunes, 6 de abril 2020, 11:48

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Llevan meses –y en algunos casos incluso años– de preparativos. Mucho tiempo para que uno de los días más especiales de sus vidas salga a la perfección. Y cuando la fecha se acerca, tras meses de espera, trabajo y nervios, el confinamiento obligatorio motivado por el coronavirus añade una importante dosis de incertidumbre a las parejas que tenían prevista su boda durante las próximas semanas o meses.

«No hay ninguna instrucción diocesana al respecto», comunica el secretario de comunicación del Obispado de Segovia, Juan Cruz. En su caso, tenía previsto oficiar una boda en el mes de mayo en la iglesia de San José. Pero ya la han aplazado. Celebrarla en la fecha prevista se antojaba imposible y los novios han decidido retrasar el enlace a otoño. «Se verá cada caso de forma individual», añade Cruz, quien precisa que el caso de las bodas es diferente al de las comuniones, al celebrarse durante todo el año y no solo durante todo el mes de mayo.

El 20 de junio Miriam Pérez Ayuso e Iván Díez Sánchez tenían previsto darse el 'sí quiero'. Hasta hace unos días mantenían la fecha, pero finalmente, y aunque se habían puesto el 30 de abril como fecha tope para tomar la decisión, han acordado aplazarla a 2021.

A punto de cumplirse un año de su compromiso, llevaban casi doce meses con los preparativos de uno de los días más especiales de su boda, pero aún les quedaban varios aspectos por concretar. «Todavía nos faltaba la prueba del menú, algunas cosas de la decoración o comprar el traje del novio», indica. También repartir la mayoría de las invitaciones a las más de 200 personas con las que quieren compartir un día tan especial. «Yo ya cuento con que si la celebramos el 20 de junio nos va a faltar gente por el coronavirus», decía recientemente Miriam sobre una lista de invitados en la que figuran amigos y familiares de lugares como Londres o Boston.

Nada más íntimo

Lo que han tenido claro desde el principio es que si la boda no se puede celebrar el 20 de junio, como habían pensado, es mejor retrasarla. No contemplan otro tipo de ceremonia más íntima o con menos gente. «Si hay que retrasarla para otro momento del año o para el siguiente tampoco pasa nada», subraya la novia, quien quiere una ceremonia sin condicionantes por el virus. «No quiero casarme en una boda en la que la gente tenga que llevar mascarilla o no pueda dar un beso a los invitados», sostiene.

Además, si hubieran conseguido celebrar la ceremonia el 20 de junio, puede que hubiera sido tan solo eso, una celebración. «A efectos administrativos puede que no estuviéramos casados porque los registros de los expedientes en la Comunidad de Madrid (donde reside la pareja de segovianos) están cerrados», indica Miriam.

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