
Secciones
Servicios
Destacamos
Hay municipios de los que nadie se quiere marchar. La provincia de Segovia contabiliza casi medio centenar de pueblos que han logrado retener a sus ... vecinos nativos. Es decir, el padrón de hasta 43 localidades se nutre fundamentalmente de personas que nacieron en ellas y, con el paso de los años, han decidido mantener su residencia. Es un hecho destacado, especialmente en algunos pequeños núcleos que se ven amenazados por el fenómeno de la despoblación. Al contrario, aquellos que no han sido capaces de favorecer el arraigo de sus habitantes originarios también crecen gracias a la llegada de visitantes procedentes de fuera de Castilla y León.
La situación demográfica que presenta la provincia es positiva, aunque siempre hay que analizarla en el contexto actual, por el que los pueblos más grandes continúan su repunte mientras que los más pequeños andan en la cuerda floja para no padecer la merma de su padrón. Segovia es el tercer territorio de la comunidad autónoma que más ha visto aumentar su población desde la pandemia. Está a punto de superar las cifras de Palencia e, incluso, se sitúa muy cerca de Ávila. Son varios los motivos que explican esta tendencia, que fundamentalmente se deben al asentamiento de familias extranjeras y la retención de residentes natales.
Hay 43 municipios en los que más del 50% de las inscripciones presentes en su censo se corresponden con habitantes nativos, según recoge el último censo anual de población del Instituto Nacional de Estadística (INE), elaborado con datos de 2024. No importa su tamaño ni la localización geográfica de estas afortunadas localidades que disfrutan de un gran arraigo. Las hay muy pequeñas, de apenas una veintena de empadronados, como son Castroserracín, Alconada de Maderuelo o Cobos de Fuentidueña; y también más grandes, hasta superar el medio millar de vecinos, como son Olombrada o Navalmanzano, que rondan el 52% de residentes que han nacido en los citados pueblos.
En lo más alto de la clasificación se encuentra Moral de Hornuez. Con apenas 39 empadronados, el 71% de ellos son nativos en la propia localidad. Está seguida muy de cerca por Cuevas de Provanco, Montejo de la Vega de la Serrezuela, Castrojimeno y Encinas, que superan el umbral del 60% de habitantes nativos. Por encima del 50% también gana posiciones Segovia capital, ya que 26.000 de sus 51.000 vecinos censados nacieron en la ciudad.
Sin embargo, en el caso de aquellos pueblos que no han podido conservar su identidad vecinal originaria en la misma medida, sí que se perciben unas particularidades concretas. En su mayoría están ubicados en el alfoz de Segovia o en los últimos años han sido escenario de multitud de promociones inmobiliarias para la creación de urbanizaciones de chalés. Bajo estas premisas se disponen Ituero y Lama, Marugán, La Lastrilla, Espirdo, Torrecaballeros o San Cristóbal de Segovia, cuyo padrón está conformado por tan solo entre un 10% y un 17% de población nativa. Dentro de este abanico se hallan a su vez Navas de Riofrío, Aldealcorvo y Brieva.
La proporción desciende aún más en el caso de Fuente el Olmo de Fuentidueña, que ha podido retener con el paso de los años a apenas un 7% de sus vecinos naturales. Esto no ha supuesto una caída demográfica, ya que su padrón se ha disparado gracias a la llegada de trabajadores extranjeros. Es por ello que el 80% de sus habitantes son personas inmigrantes. Lo mismo ha sucedido con las poblaciones más próximas a la ciudad de Segovia, que han atraído a segovianos originarios de otros pueblos; mientras que otras pequeñas localidades que han experimentado un aumento de las inscripciones lo hacen gracias a los vecinos procedentes de otras regiones del país.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.