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Un vecino con botellas de agua en una de las recogidas semanales. M. Rico
Coronavirus en Segovia: Lastras vive el confinamiento sin poder beber agua del grifo

El pueblo segoviano que vive el confinamiento sin poder beber agua del grifo

El Ayuntamiento de Lastras de Cuéllar adopta medidas para garantizar la seguridad de los 350 vecinos durante la recogida semanal de agua embotellada

Mónica rico

Cuéllar

Viernes, 27 de marzo 2020, 13:06

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El periodo de cuarentena y confinamiento en casa que se vive en todo el país debido tras el decreto del estado de alarma, en Lastras de Cuéllar se altera durante la mañana de los lunes, cuando los alrededor de 350 vecinos tienen que salir de sus hogares y acudir al edificio de los toriles, en la Plaza Mayor, donde tiene lugar el reparto de agua embotellada, una medida que se viene tomando desde hace aproximadamente un año, cuando nuevamente se detectaron altos niveles de nitratos en el agua de la red.

El agua de la red no es apta para el consumo en boca, por lo que su uso está limitado al higiénico-sanitario, es decir, aseo y limpieza, una circunstancia con la que los vecinos «casi han aprendido a vivir», señala el alcalde de la localidad, Andrés García. Sin embargo, al trastorno que supone acudir semanalmente a la recogida de agua embotellada, ahora se suman las medidas de seguridad que el Ayuntamiento ha tenido que implementar en este reparto.

García explica que se ha habilitado en el local de los toriles, donde habitualmente se realiza el reparto, una protección realizada con plástico, «una especie de mampara de plástico, es una protección dentro de lo que se puede, porque tiene que ser un espacio operativo. Se trata de proteger, pero que a la vez sea funcional». Asimismo, se ha solicitado a los vecinos que intenten acudir de forma escalonada y que, ya en el lugar, guarden la fila manteniendo la distancia de seguridad recomendada. Estas medidas de protección prolongan algo el tiempo de reparto pero, según recalca García, «es importante observar las normas», aunque lamenta que la localidad continúe «con la rémora de seguir dando el agua los lunes» en plena crisis sanitaria.

A pesar de las circunstancias excepcionales, los dos últimos lunes el reparto se ha realizado con normalidad, dado que la recogida de agua embotellada forma ya parte de la vida cotidiana de los vecinos, que cada primer día de la semana acuden hasta la Plaza Mayor para hacerse con sus paquetes de seis botellas de litro y medio. Y la solución no parece próxima, puesto que el Ayuntamiento carece de posibilidades económicas para ejecutar una obra de envergadura que garantice un abastecimiento de calidad. Desde el Consistorio los trabajos se centran en completar la renovación de la red de abastecimiento, que tenía multitud de pérdidas, mientras se espera que las administraciones den un paso al frente para acabar con este problema. La solución para Lastras sería la de poder derivar agua desde el paraje de Las Fuentes, de la cercana localidad de Aguilafuente. De hecho, sería la única solución de futuro y con calidad para los vecinos, que llevan ya años (con algunos paréntesis de varios meses) sin poder hacer uso en boca del agua que sale de sus grifos debido a los altos niveles de nitratos.

Según García, los vecinos llevan esta situación «con mucha resignación», al igual que el confinamiento en sus casas. En la localidad, asegura, se están «cumpliendo las instrucciones», por lo que hasta la fecha no se ha registrado ninguna denuncia; ni siquiera ha habido que llamar la atención de los vecinos por saltarse el estado de alarma. De momento, la tranquilidad, al menos aparente, reina en la localidad pese al estado de alarma, en parte porque no se conoce ningún positivo por coronavirus.

Medida

A pesar de ello, desde el Ayuntamiento no se han dejado de tomar medidas, como la desinfección de las zonas de mayor concurrencia de personas, o la puesta en marcha de un servicio de ayuda. Se trata de hacer «todo lo posible para que los vecinos, dentro de las dificultades, puedan pasar la situación lo mejor posible» Además, desde el Consistorio se ha puesto a disposición de los vecinos un servicio de ayuda a las personas mayores que están solas en sus domicilios o que lo precisen por su situación. «Se trata de ayudar a la gente más mayor, que tiene dificultades», afirma García. La primera teniente de alcalde y la segunda se encargan de realizar las compras de alimentación, productos de primera necesidad y farmacia de quienes lo necesiten, y se lo entregan en casa.

Respecto a la desinfección, el alcalde explica que esta misma semana ha llegado a la localidad una cuadrilla enviada por la Diputación Provincial de Segovia, a lo que se suman las acciones que se están realizando desde el Ayuntamiento con el trabajo del alguacil, que se centra en los contenedores y los espacios más concurridos por los vecinos, como la farmacia o el supermercado.

También destaca que ha habido una discrepancia respecto a la venta ambulante, que se ha prohibido en la localidad, puesto que el municipio cuenta con un supermercado que dispone de producto fresco y congelado, por lo que «está garantizado el suministro de lo más básico. Que otra persona venga a dar el servicio puerta a puerta me parece que no es lo más adecuado en estos momentos. Puede ser una fuente de transmisión y un riesgo», destaca García, quien incide en la necesidad de «ser un poco serios y mantener la vigilancia lo más estricta posible, con el fin de que la situación no se alargue y empeore».

Todavía no se ha decidido si se suspende o aplaza la romería de la Virgen de Salcedón, que se celebraría a finales de mayo. En principio, estaba prevista una reunión para su organización durante la Semana Santa, que queda aplazada «para más adelante».

La romería, dice el alcalde, «no deja de ser una reunión multitudinaria de gente«, por lo que «habrá que ver las medidas que se van tomando».

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